Aranxa Solleiro
“Los animales en el turismo”
La actitud carnavalesca que se presenta en algunos destinos turísticos, permite la atracción del ojo humano para el consumo, tal como se ha mencionado desde hace poco más de tres años en el Seminario de Estudios Críticos del Turismo de la Universidad Nacional Autónoma de México enfocado al turismo y animales en el espacio turístico.
Detrás de una alberca transparente, salen uno, dos, tres, cuatro delfines para animar las almas vagabundas de turistas que se regocijan de estar en uno de los destinos turísticos con mayores ventas, puede ser el Caribe mexicano, hasta las pirámides egipcias, en las que los camellos simulan una época antigua para que el turista, tenga la oportunidad de transformar en píxeles reales las vivencias de aquellos faraones a los que se les construyeron dichas zonas arqueológicas.
Los animales como cosificación del turismo es, sin dudarlo, uno de los hechos más deleznables que el sector turístico puede conservar arropado desde varias décadas atrás en las que al menos 8 de cada 10 especies que estén involucradas en ello, son maltratadas de manera demencial para brindar experiencias no solamente únicas, sino imborrables en la memoria del humano, sin embargo, se deja de lado la experiencia y el padecer de los animales.
Zoológicos, acuarios, ferias, plazas de toros, zonas naturales, entre otras, son las de mayor maltrato animal en cuestión turística, ya que los animales no solamente son tratados agresivamente, sino además son mal alimentados y viven en condiciones en las que es inevitable que tengan una calidad de vida, por lo que la reflexión ante dichos consumos debería ser un acto urgente para eliminarlo y evitar tal daño al ecosistema que podría no solamente causar afectaciones a los animales, sino también sería un filtro para la extinción de especies, especialmente las endémicas.
Las cabalgatas, el nado con delfines, ballenas o focas, montar búfalos en ferias mientras permanecen horas bajo el sol y sin alimentación, son hechos que deberían evitarse para la producción del espacio turístico, particularmente al resaltar que a través de ello solamente se enriquecen actores del poder y se alimenta la perpetración turística.
Ante tales atrocidades, la valoración de la riqueza natural con la que se cuenta en cada uno de los destinos debe ser un hecho esencial para implementar políticas turísticas que no solamente protejan la integridad humana, sino la fauna que nos rodea, pues como seres vivos, tienen derecho de una vida sin sufrimiento.
Confesiones en: Twitter: @aranx_solleiro, Instagram: @arasolleiro y aranxaas94@gmail.com
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