Ramón Cuevas Martínez
¿Están preparadas las empresas para combatir el soborno?
El que no transa no avanza, dicho popular
Para combatir certeramente al soborno cada empresa debe ser capaz de declarar exactamente los alcances de lo que quiere combatir, en razón del país y la región donde opera, y de las leyes que está obligada a cumplir en el sector económico donde se desarrolla.
Inicialmente podemos definirlo cómo la oferta, promesa, entrega, aceptación o solicitud de una ventaja indebida de cualquier valor (que puede ser de naturaleza financiera o no financiera), directamente o indirectamente, e independientemente de su ubicación, en violación de la ley aplicable, como incentivo o recompensa para que una persona que actúe o deje de actuar en relación con el desempeño de las obligaciones de esa persona.
También debemos decir que, en el día a día de la empresa, el soborno es un rumor que se escucha en los pasillos, sobre todo tiene que ver con el logro de beneficios económicos o no económicos para el personal, que les permite acceder a prestaciones que difícilmente se logran por la vía cotidiana.
Uno de los factores que convierten al sistema de gestión antisoborno en un gran éxito corporativo tiene que ver con identificar los riegos, las áreas y las personas que pueden ser sujetas de soborno, sí se identifican correctamente, se reduce drásticamente la posibilidad de que ocurra, mediante los controles necesarios.
Las empresas también han colaborado para que estas prácticas formen parte tristemente de la cultura corporativa, por ejemplo, poner metas muy altas a un directivo puede hacerlo llegar a sobornar a las personas que tienen que ver con el logro de esa meta, o bien, determinar incentivos exorbitantes por el logro de alguna tarea que tenga que ver con un trámite gubernamental hará sin duda que el responsable de la tarea considere la posibilidad de sobornar al funcionario público responsable de decidir sobre dicho trámite.
En este mismo contexto, si en el procedimiento de compras existe contacto entre el proveedor y la persona que autoriza los pedidos, la probabilidad de soborno es mayor que donde existen controles para que no haya ninguna vía de comunicación entre ambos.
La Norma ISO 37001, Sistemas de Gestión Antisoborno, establece los requisitos para ayudar a una empresa a establecer, implementar, mantener y mejorar un programa de cumplimiento contra el soborno. Incluye una serie de medidas y controles que representan las buenas prácticas antisoborno globales.
La ley por sí sola no es suficiente para resolver este problema. Por lo tanto, las empresas tienen la responsabilidad de contribuir proactivamente en la lucha contra el soborno. Esto se puede lograr a través de un sistema de gestión, el cual proporciona compromiso de liderazgo para el establecimiento de una cultura de integridad, transparencia, honestidad y cumplimiento. La naturaleza de la cultura de una empresa es crítica para el éxito o el fracaso de esta tarea.
*Consultor en Gobernova
@CuevasRamon contacto@gobernova.com.mx @gobernova www.gobernova.com.mx
