Leobardo Hernández
Después de que se erigiera un monumento en su honor, mismo que fue derribado en el anonimato y bajo el amparo de la noche en Atlacomulco, el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, reiteró que no es su anhelo dejar su nombre en calles y mucho menos su imagen en estatuas o monumentos.
No obstante, el mandatario agradeció a los habitantes de Atlacomulco, o “Atracomucho” (como lo refieren popularmente algunos mexiquenses al ser cuna del grupo “mandón” de poder priista en el Estado de México), la intención de reconocerlo, y expresó su cariño y reconocimiento para los oriundos del lugar que apoyan la Cuarta Transformación.
Al respecto, el presidente les dedicó estas palabras: “decirles que los quiero mucho y que les agradezco mucho por su iniciativa, que son mis amigos del alma, como millones de mexicanos que son mis amigos del alma, que los queremos mucho y que amor con amor se paga, pero que tomen en cuenta de que yo he expresado de que no quiero que pongan a calles, a parques, a bibliotecas, a escuelas, mi nombre, ni quiero tampoco que me levanten ninguna estatua”.
Asimismo, López Obrador expresó que no le gusta “el culto a la vanidad” y prefiere ser recordado por sus acciones a favor del pueblo y luchando junto a él, pues reconoció que ha sido la gente quien lo ha sacado adelante en los momentos más adversos de su carrera política y de su vida como el desafuero y la propia elección de 2000 para ser Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.
“Una de las cosas que yo siempre enfrento es la creencia de que el pueblo es malagradecido. Los políticos corruptos siempre dicen: ‘¿Para qué le das al pueblo, si no agradecen?, son unos malagradecidos’, y eso no es cierto, eso puede darse arriba con los potentados, que pueden ser amigos de mentira y enemigos de verdad, pero el pueblo es muy leal, siempre lo ha sido, el pueblo raso”.
El presidente concluyó que las estatuas, a fin de cuentas, sirven de poco o nada, relató que muchas de ellas sirven como meras referencias para saber una ubicación, pero no se recuerda al personaje pues “muy pocas son respetadas” y sentenció:
“Y que dejemos a la gente, sin necesidad de que se pongan estatuas o que las calles o las escuelas lleven mi nombre, que la gente tenga su criterio sobre lo que ha representado y seguirá representando mi gobierno, tenerle confianza, tenerle fe al pueblo”.
(Foto: presidencia)
