Ante al panorama desolador de la destrucción de la zona lacustre del Alto Lerma y el deterioro del ecosistema que la sostiene, se debe tener en cuenta que la cultura es el sustento insoslayable que permite conservar la identidad a partir de la riqueza histórica y vivir una vida más digna y plena, y sin ella no hay defensa contra embate de un mundo cada día menos sensibilizado a la problemática prevaleciente.
Así lo afirmó la arqueóloga Yoko Sugiura Yamamoto, profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense, en el acto de apertura del Museo de las Culturas Lacustres del Valle de Toluca que lleva su nombre –único en su tipo en el país- y que, en su primera etapa, es el resultado de la suma de voluntades y esfuerzos de instituciones, en particular el ayuntamiento saliente de San Mateo Atenco, encabezado por Julio César Serrano González, y la Universidad Autónoma del Estado de México, investigadores y la sociedad del municipio y de otros aledaños, y algunas empresas.
Después de más de cuatro décadas de llevar adelante el proyecto arqueológico Valle de Toluca que ha permitido conocer la vida de las sociedades prehispánicas de la zona lacustre del Alta Lerma, la reconocida investigadora hizo un recuento de los esfuerzos que se hicieron para lograr el museo, al que consideró clave para subraya la importancia de difundir la cultura lacustre que ha constituido el soporte de la identidad milenaria de los pueblos mexiquenses.
Asentó que los humedales han sido susceptibles a todo tipo de fluctuaciones ambientales, pero hace todavía medio siglo conservaban su riqueza lacustre e hicieron posible la calidad de vida a lo largo de siglo; hoy, advirtió, cualquier cambio climático o alguno efecto desestabilizador tanto natural como antropogénico pueden alterar el ecosistema, forzando el abandono obligado de su forma de vida, de ahí la relevancia de un espacio museístico con la finalidad de dar conocer de manera integral el entorno que hasta hace unas décadas ofrecía a los pueblos del Alto Lerma una gran oportunidad de vida digna.
Ante esta realidad demoledora, resultado del proceso despiadado y sistemático de destrucción del ecosistema lacustre del Alto Lerma, origen de la cuenca más extensa del país, la del Lerma-Chapala-Santiago, se considera al museo como un compromiso impostergable, añadió.
En el acto, el presidente de El Colegio Mexiquense, César Camacho, afirmó que en esta parte del Estado de México las culturas lacustres son ancestrales y seculares, han delineado el perfil de un modo de ser colectivo, y por ello, a esta generación le urge saber de dónde viene porque en esa medida tendrá más claro hacia dónde va.
Agregó que el esfuerzo de muchos años de instituciones y personas se ve coronado, en la medida que legar lo rico del pasado consiste en hacer un museo vivo del que ahora se tienen que apropiar los atenquenses y todos los que se beneficiarán de él, al tiempo que hizo un reconocimiento a la doctora Yoko Sugiura y aseguró que El Colegio Mexiquense, su casa académica, se enorgullece de tenerla en su claustro y le desea larga productividad y vida.
A nombre del rector Carlos Eduardo Barrera Díaz, el director de Museos de la UAEM, Jorge Guadarrama López, remitió a la firma del convenio de creación del museo realizada el 18 de mayo de este año -el proyecto se presentó el 18 de marzo de 2020-, y afirmó que la apertura del reciento no hubiese sido posible sin la decidida determinación del ayuntamiento, que confió en la propuesta de la Universidad.
El presidente municipal de San Mateo Atenco, Julio César Serrano González, en su último acto público, hizo un recuento pormenorizado de los esfuerzos que se debieron realizar para llevar a buen puerto la apertura del recinto y agradeció a todas las instituciones y personas que colaboraron, en tanto que la titular de la Secretaría de la Mujer, María Isabel Sánchez Holguín, felicitó, en representación del gobernador, a todos los que participaron en el proyecto hasta entregarlo en la primera etapa en que se encuentra.
Se hicieron apuntes especiales para el ayuntamiento, la UAEM, El Colegio Mexiquense, la UNAM, la UAM, el Centro INAH Estado de México, la Comisión de la Cuenca del Río Lerma, las empresas Yakult, OSG Roiko y TOA-MEX por su contribución económica; Guillermina Martínez Rocha, el museógrafo Jorge Carrandi Ríos, Julio Carbajal -asistente de la doctora Sugiura-, los arqueólogos Rubén Nieto Hernández y Gustavo Jaimes Vences, el historiador Raymundo Martínez García y el regidor Bernandino Paniagua, así como a la gente de la laguna que proporcionó en donación o préstamo objetos diversos, ahora expuestos en las salas del museo, que deberá consolidarse con el apoyo de todos los que se mencionaron y de la nueva administración de San Mateo Atenco, que ve con simpatía el proyecto, se dijo.
(Foto: especial)
