Ximena Barragán
Ya sé que parece que a mi me pagan por hablar de Grafografxs, pero no, ni a mi, ni a Portal nos pagan nada por sacar notas o textos de ellos, al contrario, nos sentimos orgullosos y estamos agradecidos, porque identificamos en su trabajo, y en las creaciones de sus tallistas y autores, no una, sino varias propuestas muy interesantes y groundbreaking en la literatura nacional.
Propuestas que los curadores de #WordFest 3.0 y Filem parecen no haber notado, cosa rarísima, cuando el entorno digital, precisamente contribuye a potenciar los alcances de las creaciones y las revistas literarias (o no literarias, cualquier revista, cualquier publicación), no creo que los algoritmos hayan sido tan maquiavélicos como para nunca poner en sus feeds algo relacionado con Grafografxs; por lo menos yo estoy segura de que soy amiga en FB y followed en twitter por algunos de los involucrados en la organización del festival y feria literaria, y, como ya se estableció en el primer párrafo, yo no paro de presumir a Grafografxs.
Yo no paro de presumirlxs porque, como he explicado en una columna previa, Grafografxs es, “desde mi experiencia y por lo que he comentado con otros, un gran acierto, una importante aportación a la vida literaria del centro del país”.
Vamos a suponer, sin conceder, que no, nunca se han topado con un texto, poema visual o video de Grafografxs, ¿no es precisamente su chamba buscar creaciones en la web?, ¿identificar nuevas propuestas literarias y autores emergentes, particularmente de la entidad anfitriona?; ¿no esperaríamos que el Estado de México fuera el principal promotor de los proyectos mexiquenses?, ¿Cómo que en Venezuela y Brasil se habla más de Grafografxs que en Toluca? ¿Cómo que al editor lo invita al encuentro literario más importante del estado una reconocida autora y no la propia organización?, ¿cómo que las editoriales de otras dependencias estatales tienen que mover cielo, mar y tierra para tener un stand?, ¿cómo que hay autores mencionados en el #metoo en los carteles?
¿O es, acaso que Patricia Huerta, Elena Gómez, Johanna Aguilar, Aída Escobedo, Liah Annh, Alejandra Goto, Ricardo Aguirre, Mauricio Pérez, Daniela Albarrán, Sergio Ernesto Ríos y Alonso Guzman, entre muchos otros que me llevaría dos cuartillas mencionar, no tienen el suficiente capital político o popularidad en redes sociales para ser invitados?
No, no creo, nadie sería capaz de usar la literatura, la cultura como palanca política y arma de relaciones públicas, imposible… seguro es que pensaron que el presupuesto (dinero público) no les alcanzaba para contar con semejantes eminencias en sus carteles. Si es el caso, les resuelvo de una vez, esta gente no escribe por lana ni por viáticos , esta gente escribe para vivir.
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