Aranxa Solleiro
El nocturno cae, avanza taciturno entre los recovecos de la ciudad. Se acrecientan los colores fosforescentes de la alfombra asfáltica y pocos son los valientes que salen a recorrerlas, pues el aspecto es desmesuradamente peligroso.
José, sabe los colores de la ciudad cuando se encuentran difuminados por la luz de la luna, reconoce bien los sitios que son considerados más peligrosos y es capaz de soportar frío, lluvia e incertidumbres durante su tiempo siendo centinela de una de las calles más recorridas en Toluca y al mismo, tiempo más olvidadas en la noche.
La calle Matamoros en la colonia Centro de la capital mexiquense, ha sido víctima de más de 20 asaltos a automovilistas durante el mes de junio y julio, ya que al menos desde hace dos meses, se han recibido denuncias a autoridades de cristalazos, sin embargo, aún a pesar de las quejas dadas tanto de residentes como de clientes de negocios y dueños de estos espacios al ayuntamiento y policías municipales, los delincuentes siguen prófugos cometiendo robos sin un cese.
De tal manera, José con tan solo 19 años de edad, ha sido contratado para cuidar la calle desde que oscurece hasta que las luces de restaurantes cercanos se apagan, aunque ello le ponga en riesgo, confía en que, con solo verlo, los delincuentes no se acercarán a los automóviles.
“No me da miedo, tengo seguridad de que no son más que un grupo sin nada que hacer para causarle mal a la gente y realmente no están armados para hacerme algún daño en caso de que se presente si los veo. Molesta mucho que la gente viva con miedo o que yo o cualquier otro, como mi papá que también se dedica a esto, debamos de ponernos en riesgo a estas horas y especialmente que las autoridades no hagan nada, que aunque se les dice que cada vez hay más robos, ellos solo prometan dar rondines y no hagan realmente nada.” Dijo.
Relatos de trabajadores de negocios
Víctor Hugo, barista
“No es posible que tengamos que cerrar cada vez más temprano porque los que roban no dejan de afectar a nuestros clientes, es increíble cómo con un simple descuido llegan a robar, abren los coches y los dejan vacíos. Tenemos clientes que han dejado de venir por eso, esto nos afecta mucho.” Argumentó.
Sandra, vendedora en boutique
“Nosotros regularmente tratamos de cerrar temprano por lo mismo, porque la calle se queda muy sola y no tenemos alumbrado para que al menos se perciba seguridad. Ya nos han asaltado con anterioridad y pues sí da miedo de que pase nuevamente. Se ha pedido por más luz en la vía pública o por más patrullaje, pero parece que no les interesa a los del ayuntamiento, como ellos no están por aquí trabajando o viviendo, pues por eso ni lo toman como algo de interés.” Dijo.
El último robo a autos presenciado por última vez en la calle fue el martes 27 de julio, robando a más de tres automóviles consecutivamente. De acuerdo a trabajadores de negocios, de las pertenencias robadas fueron: computadoras, bolsas de mercancía y baterías de automóviles, no obstante, los habitantes de la región atemorizan salir desde las 8 de la noche en adelante.
Lourdes Solano, habitante de la zona
“Si de por sí Toluca es conocida como una ciudad donde todo se muere desde muy temprano, la verdad es que con esto que cada vez hay más delincuencia, con mayor razón nos dan ganas de quedarnos en casa desde temprano. Ya estamos cansados y por mucho que nosotros ponemos a gente o le pedimos a policías que venga y nos vigilen, la verdad es que no pasa nada.” Compartió.
De acuerdo al Semáforo Delictivo del Estado de México, al corte del mes de junio del presente año, en Toluca se dieron 177 robos a vehículos, coloreándose con un semáforo en amarillo, mientras que en semáforo rojo se encuentran los robos a negocios con 121 incidentes, siendo 107 la media.
José, quien cuida por lo menos hasta las 10 de la noche cada día la calle, a partir de la presente semana, espera que se atiendan las demandas por parte del cuerpo policiaco estatal, así como municipal, de lo contrario, el robo de autos seguirá e incluso, se pueden presentar otro tipo de hechos delictivos.
(Foto: Aranxa Solleiro)
