Elena Aguilar
Luego de 15 meses sin permitir acceso de turistas y paseantes al Nevado de Toluca, más de 5 mil personas arribaron a este parque nacional, pese a que las restricciones sanitarias admiten sólo a 700 personas. Los ejidatarios permitieron el acceso de asistentes porque, señalaron, dependen directamente de la venta de comida y aproximadamente 50 ejidatarios de la guía y transportación de los turistas.
En el lugar se encuentran desplegados al menos 12 elementos de la Policía de Alta Montaña de la Secretaría de Seguridad; los ejidatarios se encargan de vigilar el acceso y ayudan con guías a los visitantes para que no se extravíen. También prestan servicio para ascender hasta las lagunas y de regreso, que tiene un costo de 100 pesos por persona.
En el Parque de los Venados, donde hay mesas dispuestas para que los visitantes consuman alimentos, sólo uno de 20 locales de comida está abierto. Por momentos se asoma el humo del anafre de la señora María de Lourdes Martínez, que decidió retomar sus actividades desde el sábado pasado, pero sus ventas fueron “muy pocas”, pues pasaron de los 4 mil pesos por día durante los fines de semana, a sólo 200 o 300 pesos por día.
“Decidimos que por el momento vamos a volver a cocinar con leña, porque definitivamente pagar gas por la cantidad que estamos vendiendo no sale, mejor respirar otro tantito del humo de la leña. Tengo aquí vendiendo por lo menos 20 años, la mayor parte cuando no había locales de concreto, pero es la peor temporada en la historia”, reconoció.
Dijo que tras una semana de la apertura de la zona protegida, la afluencia de visitantes ha sido casi nula, pues del 100% que recibían los fines de semana, apenas llegó el 3% de gente y consideró que la baja responde a que las personas aún no se enteran de la reapertura del lugar.
Para que los visitantes se encuentren seguros, los negocios como el de María, emplearon las mesas, colocaron divisiones de plástico para que los comensales no se arriesguen, sanitizan todo, tienen un espacio donde se lavan las manos constantemente, ofrecen gel y además limpian con cloro los pisos.
En el Xinantécatl actualmente sólo se permitirá el ingreso de 700 personas como máximo, pese a que la capacidad es mucho mayor, pero como parte del protocolo de seguridad es lo indicado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que además se ha encargado de brindar mantenimiento a la zona natural y ha protegido la rosa de las nieves, especie única de esta región, así como ardillas, aves, conejos, coyotes, reptiles, roedores, teporingos y tlacuaches.
Para los visitantes es un espacio “hermoso” en el que se pueden desarrollar diversas actividades, especialmente compartir con la familia el aire fresco, por ejemplo José Guadalupe, quien acudió con su familia, dijo que si bien en las noticias ha trascendido que es una zona insegura, por los asaltos a los automovilistas, es necesario llevar a la familia de paseo tras una larga temporada de encierro.
Mientras que la croata Yelka Grazia, acudió con Miguel Canúl, un amigo mexicano, habitante de Nezahualcóyotl, quien desde hace siete años no iba, pero que la llevó a conocer el lugar que era una de las premisas en el viaje de su acompañante. “Nos enteramos por internet, redes sociales y los grupos de montañismo sobre que estaba abierto de nuevo y decidimos venir. Es una zona en la que sabemos que hay robos a los vehículos, pero que está cuidada y los usuarios debemos respetar el ecosistema”, dijo el mexicano.
(Foto: Elena Aguilar)