Aranxa Solleiro
De acuerdo al Servicio de Información agroalimentaria y pesquera, el café ocupa uno de los cultivos de mayor producción en el país, solo debajo del maíz, el sorgo y el trigo. Dentro de las entidades con mayor producción se encuentran Chiapas y Veracruz. No obstante, la entidad mexiquense es dichosa de contar con grandes campos cafetaleros por igual.
Dichos campos yacen en los municipios de: Malinalco, Temascaltepec, Amatepec, San Simón de Guerrero, Tlataya, Tejupilco y Sultepec. Produciendo en conjunto alrededor de 576 toneladas al año, al menos así lo indican las estadísticas a finales del año pasado.
Las zonas mencionadas son idóneas para los agricultores de café, por su altura terrestre, pues siembras del grano deben ser al menos a mil 200 metros sobre el nivel del mar.
En Toluca, se tienen registrados más de 90 cafeterías, según el DENUE, siendo proveedoras del grano que es considerado para algunos, como un diamante negro. Sin embargo, pocas son las que generan una cadena de apoyo a productores mexiquenses, sabiendo que dicha acción tendrá la capacidad de auspiciar una mejor oferta y demanda.
Uno de los restaurantes con mayor afluencia en la capital es el café “True Coffee”, sitio que lleva poco más de cinco años en el mercado, siendo de los principales puntos de encuentro entre comensales.
Empero, más allá de mencionar su relevancia para la población toluqueña, se encuentra integrado en la red de apoyo a productores de café mexiquenses, pues su producto principal se cultiva en los verdes campos del municipio amatepequense, en tanto que su territorio fértil y su altura de más de mil 880 metros sobre el nivel del mar, permite que su producción sea auténtica.
El restaurante utiliza solamente el grano de café mexiquense, con la intención de demostrar a sus clientes la riqueza natural y cultural de la entidad.
Por otra parte, otro de los restaurantes con oferta cafetalera proveniente de la entidad mexiquense: “El Buen Café”, lugar que desde hace 20 años se destaca por su calidad en bebidas cafeteras, utiliza un grano producido y cultivado en Temascaltepec, opinando a través de ello, que el consumo de la bebida ha ido incrementándose desde haberlo incluido en su carta.
De acuerdo a lo mencionado por el barista y coordinador de bebidas en el primer establecimiento mencionado, el café es procesado bajo un método natural, siendo el idóneo para la protección del agua, dado que se utiliza un consumo mínimo del recurso y además, sigue siendo consumible para las personas.
Él, explicó que existen diversos procesos de métodos, como el llamado postcosecha, el cual es utilizado por diversas cafeterías por su facilidad de realización, no obstante, la cantidad de agua que se utiliza en el procedimiento es de alto porcentaje y no permite ya una reutilización, mucho menos un consumo humano.
El acercamiento a la comunidad de Amatepec y Temascaltepec, mejora la producción agrícola, al asegurar un consumo dentro de los establecimientos, además beneficia a las comunidades indígenas que participan en la producción y en el cuidado de los campos.
A lo largo de un día, las cafeterías en la ciudad venden un promedio de 120 a 200 tazas de café, dicho así por el barista de ambos sitios, por lo que el consumo en los habitantes es considerablemente adecuado para el mantenimiento de regiones rurales con un alto potencial de crecimiento del cafetal.
Enfatizando lo anterior, según lo mencionado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria en su último estudio de 2018, “de acuerdo a PROFECO, 85% de los mexicanos toman de una a tres tazas al día y son los hombres los que consumen más: 3 tazas frente a dos tazas que toman las mujeres. Y según FIRA, en México el consumo de café aumenta 2% cada año.” Por lo que deleitarse con el sabor fascinante que emana del grano convertido en líquido en cafeterías con oferta de café mexiquense, se presenta como una opción esencial para la mejora económica y social del país.
(Foto: Aranxa Solleiro)
