Aranxa Solleiro
Las calles vacías de un día entre semana, las once del día, el sol comienza a enfurecerse y el andar de cada uno de los paseantes se aletarga. Sin embargo, se escucha el sonido de una flauta de tonos suavizados, lanzando una melodía barroca, naciente en el año 1600 y finalizada por Sabastian Bach en 1700. Uno, dos, tres, cuatro partituras reproducidas por la fragilidad de sus dedos, iluminan los pasos de ellos que miran fugitivos. Luis toca y Martha, lo acompaña, como si fuese el amor más grande de su vida.
Cada día, desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde, Luis Noguez y Martha su madre, salen a las calles de Toluca para envolver de magia musical las vidas de cientos de andantes que pasan a su lado. Algunos de sus puntos que eligen como principales para presentarse son: la Alameda Central y la calle José Vicente Villada. Aún a pesar de los tormentos cotidianos e impuestos por la crisis pandémica, ellos sonríen y un Claudio Monteverdi resalta sin cesar.
“Tocamos desde hace cuatro años aquí, andamos de un sitio a otro. Nunca paramos desde entonces, porque me gusta, lo disfruto mucho y considero que ayudamos a las personas a relajarse un poco de sus rutinas.” Mencionó Luis, magnífico lector de claves de Sol, tonos de Fa, Do, Re y Mi.
“Aprendí a leer las partituras en internet, con todos los videos y tutoriales que se tienen ahora, es sencillo. Solamente toco la flauta y en un futuro me gustaría crear alguna página en redes sociales para dar a conocer mi trabajo, pero mientras, voy poco a poco.” Dijo.
Martha, la comandante que le acompaña, emite de su mirada un sentimiento de orgullo por su hijo, dado que no solo disfruta con vehemencia la música de Luis, sino que sabe a ciencia cierta, el poder de encantamiento que le entrega a toda la gente que pasa apresurada e incluso cabizbaja.
“La música me encanta y estando aquí les regalamos por lo menos un poquito de ayuda para que se relajen y se olviden de todas las preocupaciones que tienen, porque he notado que hay muchos que pasan tristes y escuchar algo bonito, les hace sentir mejor.” Compartió Martha.
Durante los días de mayor riesgo pandémico, Luis y Martha no dejaron de salir con su equipo de trabajo, conformado por una bolsa, una mochila, un atril para las partituras, una gorra para la cooperación monetaria y la actriz principal: su flauta.
“Al inicio de la pandemia sí estaba muy vacío pero poco a poco empieza a mejorar, nosotros nunca dejamos de salir porque realmente es poco el contacto que tenemos con la gente, quien pasa y se detiene a dejar una moneda, no lo hace en nuestras manos, así que no tocamos a nadie. Claro que tocamos siempre tratando de mantener los cuidados como el uso de cubrebocas, aunque para mí es difícil usarlo por estar tocando todo el tiempo, no lo dejo cuando termino.” Mencionó Luis.
El arte musical en el mundo, según estudios lanzados por la revista Entrepeneur, la música clásica que toca Luis, “mejora a la actividad cerebral y actua como un catalizador para mejorar la salud y el bienestar”, por lo que auspicia a las personas a calmarse, relajarse y reducir el estrés. A pesar de que el ingreso no es del todo significativo, el talento de Luis es reconocido bien a bien por los citadinos toluqueños, esperando que su éxito, no solo continúe dibujando un rostro alegre en su madre, sino en el de muchos de nosotros.
(Foto: Aranxa Solleiro)
