“Me duele dejarla llorando porque es muy apegada a mí, dejarla, llora mucho; necesito dejarla dormidita para que no me vea cuando salga de casa”, Maricela Chávez, mujer mexiquense
Miguel García Conejo
A sus 31 años Maricela es trabajadora, mamá primeriza y hoy madre soltera. Inicia su jornada poco antes de las seis de la mañana para dejar todo listo en casa y poder llegar a su empleo antes de las ocho. Serán horas de trabajo constante y dedicado en el banco de Alimentos que, asegura, realiza con fervor pensando siempre en su pequeña de nueve meses.
“Mamá por primera vez, a pesar de esta condición que estamos viviendo, esta pandemia, sí es complicado dejar a mi bebé por el miedo de llegarme a contagiar, pero al llegar aquí me relaja el trabajo por la ayuda y desempeño que pongo me olvido un poquito del miedo”, nos comparte.
Recuerda el miedo que vivió cuando se enteró que habría de convertirse en madre en medio de la emergencia sanitaria de covid 19, incertidumbre que afirma valió la pena por la dicha de tener a su pequeña Fátima.
“Mucha alegría llegar a casa y ver a mi bebé que me espera me ve y corre a mi sus manitas agarrar abrazarla tenerla es muy bonito”.
En el marco del día de la Mujer asegura que le gustaría marchar con el resto de ellas para la reivindicación de su papel en una sociedad mexicana plagada de machismos y violencia estructural; lamenta, no hay mujer que no haya sufrido violencia por lo que con ellas, dice, también está marchando.
“Demasiado, en primero: las críticas al subirse al camión, ver a los hombres cómo nos comen con la mirada, no poder utilizar una ropa cómoda porque se presta a malas intenciones; es muy complicado ser mujer (…) claro, las apoyo totalmente y estoy con ellas”, asegura.
Pese a un tiempo plagado de violencia hacia las mujeres, asegura que vale la pena ser mujer y madre porque desde ahí se puede sembrar la semilla del cambio en niños y niñas, “sí vale la pena, hay que enseñarle los valores no solo a los niños para que no surjan más violencia contra la mujer”.
En su caso aspira a un cambio social para Fátima, su pequeña, en busca de que no padezca la violencia que ella padeció. “Fátima, todo lo que hago es por ti y para que nunca te falte nada, para que no sientas las carencias que yo pasé; todo lo que hago y este esfuerzo es por ti”, concluyó.
(Foto: Miguel García Conejo)
