DON DÁMASO  

“Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”.  

Indira Gandhi. 

MANO GANADORA: En estos tiempos aciagos para la humanidad justo cuando los liderazgos son tan escasos como la verdad, quisiera traer a la memoria a tres estadistas que son mis líderes favoritos del siglo XX: Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y Jawaharlal Nehru; este último el menos conocido pero el de mayor compromiso con las mujeres y, por ello, le guardo  mi mayor reconocimiento. 

Nehru abogado, escritor, nacionalista y político hindú, que se destacó en la lucha por la independencia de su país del imperio británico y,  la primera persona en ocupar el cargo de primer ministro de la India, desde la independencia ocurrida el 15 de agosto de 1947, hasta su muerte. 

¿Por qué admiro a Nehru? Porque es un caso único en la historia contemporánea de una relación tan estrecha y profunda entre padre e hija, a pesar de haber nacido en las postrimerías del reinado de Victoria y en un país sometido a su imperio, caracterizado por una dictadura patriarcal en donde las mujeres, eran sometidas a la arbitraria y sofocante dictadura masculina; pero para fortuna de su hija Indira Gandhi, las cosas fueron muy diferentes. 

En 1928, cuando Nehru estaba preso, inició su correspondencia epistolar con su hija de apenas 10 años; a él le preocupaba no estar cerca de ella durante su edad temprana “ya que no podré ajustar por mucho tiempo mi marcha a su conocimiento creciente”. 

Con la humildad que siempre le caracterizaba, decidió hacer de esta colección de cartas a su hija, un libro que tituló: CARTAS DE UN PADRE A SU HIJA, Nehru se proponía contarle de manera breve, clara y amena la historia de nuestra tierra y de muchos países en que se divide. Le movía el deseo de que su hija, lo antes posible, llegara a pensar, a comprender, que el mundo era una gran familia de naciones. ( Casi un siglo después, esta visión estratégica de hermandad mundial, es la que se necesita para vencer la pandemia y con mujeres como ella, que con gran amor y cuidado preparó Nehru para hacerla victoriosa, no victoriana decimonónica). 

Poco común en la historia, que un padre del temple de Nehru, de su sensibilidad, de su intelecto, de su energía espiritual que habría de ser el heredero de Gandhi, consagrara todo el tiempo que podía a su hija, que se estaba formando viéndole vivir. Escuchando sus palabras, compañera constante y colaboradora en la edad adulta, se transformaría en heredera de su padre en el dominio político ocupando el más alto puesto en el gobierno de la India. 

Indira Gandhi, una mujer estrella polar de su tiempo, es un referente imprescindible en la actualidad, por su valor, inteligencia, liderazgo, capacidad conciliadora y destreza política. 

REYNA DE CORAZONES: En el siglo XXI, para fortuna de la humanidad, han surgido en todo el mundo, mujeres estrella polar, capaces de reivindicar los liderazgos masculinos que han naufragado en los mares de la egolatría, arrastrados por los vientos del populismo sectario, que sólo busca el poder por el poder a diferencia de las mujeres que buscan el poder para cuidar y preservar la vida; cohesionar y animar la fuerza colectiva, justo como Angela Merkel, quien recientemente declaró en ocasión de un aniversario más del DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER: “Tenemos que asegurarnos de que la pandemia no nos lleve a volver a caer en los viejos patrones de género que creíamos haber superado”…“No puede ser que las mujeres jueguen un papel decisivo en nuestras sociedades y al mismo tiempo no estén igualmente involucradas en decisiones importantes en la política, la economía y la sociedad". 

PÓKER DE DAMAS: En una de las últimas entregas de Latinus, Loret de Mola y Brozo, les hicieron sendas entrevistas a Xóchitl Gálvez, Senadora de la República y a Soraya Pérez Munguía, quien es una de las 241 mujeres Diputadas Federales al Congreso de la Unión; y a las Senadoras  Beatriz Paredes y Kenia López Rabadán, respectivamente. 

Mujeres estrella polar, aguerridas, bien plantadas, con sus aljabas abastecidas al hombro y sus arcos tensados, estas cuatro valiosas y valerosas mujeres, hicieron sonar sus tambores de guerra en defensa de la igualdad de género en vísperas del 8 de marzo. Le plantaron cara al dueño de la ganadería de minotauros para dispararle varias flechas envenenadas, una de ellas decía simplemente: “Perdió la sensibilidad de observar la realidad”. 

PONIENDO LAS CARTAS SOBRE LA MESA: Para quienes gustan de la lectura, la española Irene Vallejo se abre camino en la literatura mundial con su libro EL INFINITO EN UN JUNCO, ahí aprendí, entre otras cosas, que la historia de la literatura empezó de forma inesperada con el primer autor del mundo que firmó con su propio nombre y que fue una mujer.