La privatización de reclusorios es sólo un ejemplo de las atrocidades que se cometieron durante el periodo neoliberal, de los negocios entre el sector público y el sector privado, “cómo se alimentaban, se nutrían los poderes, el poder económico y el poder político”, aseveró el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Ximena Barragán
Este miércoles, en conferencia de prensa, se dieron a conocer los detalles de los contratos por prestación de servicios de ocho centrales penales privados en los estados de Sonora, Guanajuato (2), Oaxaca, Durango, Chiapas, Morelos y Michoacán.
Según informó Rosa Icela Rodríguez, secretaria de seguridad y protección ciudadana, la firma de estos convenios tuvo lugar en la administración de Felipe Calderón, cuando Genaro García Luna era secretario de Seguridad Federal.
Hasta el momento, abundó Rodríguez, se ha pagado 75 mil 661 millones de pesos correspondientes tan sólo al 36 por ciento del pago total, que alcanza un total de 266 mil millones de pesos, restando un monto pendiente de 190 mil 638 millones; con un gasto promedio mensual de tres mil 819 pesos al día por reo, contrastado con 500 pesos diarios en los penales manejados por el gobierno de la CDMX, por ejemplo.
Por su parte, Julio Scherer, consejero Jurídico de la Presidencia, reveló que dichos contratos fueron concretados por adjudicación directa y que especifican que la empresa o desarrollador sólo brindará las condiciones materiales, tecnológicas y algunos servicios auxiliares, mientras que la responsabilidad de la operación y seguridad de cada centro es responsabilidad de la Secretaría de Seguridad; también estipulan que, aunque no haya internos, es obligatorio cubrir el 100 por ciento del pago, como si estuvieran llenos y, una vez concluidos los contratos, los empresarios son dueños de los inmuebles.
Al respecto, AMLO informó que se trabajará en una denuncia civil para cancelar los contratos si no se alcanza un arreglo.
(Foto: presidencia)
