Lucio Ramírez Medina*
De todo gobierno, lo menos que la ciudadanía espera es que sus prioridades sean coincidentes con las establecidas en los programas oficiales, sobre todo cuando se enfrentan contingencias de tal magnitud que ponen en riesgo la vida, la salud y la integridad de las familias. Rondar los 100 mil muertos y el millón de contagiados de Covid-19 demuestra que ante la pandemia no hay coincidencia de prioridades.
La razón es muy clara y contundente: las decisiones del gobierno de la Cuarta Transformación están centradas exclusivamente en todo aquello que aporte rentabilidad electoral en la justa comicial de junio del 2021para fortalecer su presencia mayoritaria en la Cámara de Diputados Federal, en las 14 gubernaturas que estarán en juego, en los Congresos Estatales y Ayuntamientos, con el propósito de seguir alineando todo el andamiaje legal y normativo a la 4T.
Ante el horror de las consecuencias de la pandemia del coronavirus, los sectores de la sociedad mexicana esperarían que el gasto público estuviera volcado en las acciones preventivas y curativas que salvaran el mayor número posible de vidas, pero sorprendentemente la respuesta gubernamental ha sido la de recortar los recursos presupuestales al Sector Salud, la eliminación del Fondo Financiero del ramo, así como la limitación extrema para los programas de capacitación y equipamiento del personal médico, paramédico y hospitalario.
Claramente los hechos demuestran que el gasto público del gobierno federal no responde a las necesidades de la ciudadanía, impactada por la peor crisis registrada en México, con efectos devastadores en materia de salud, de mortandad y de pulverización de la economía familiar.
Un Presidente que se autodefine como humanista, tristemente se ha resistido a reconducir el gasto público hacia el reclamo de la emergencia, en aras de mantener sus criterios paternalistas bajo la lógica política electoral del 2021.
Los recortes presupuestales a las dependencias gubernamentales se han ensañado con el Sector Salud al grado de tenerlo sumido en un criminal desabasto de medicamentos, tratamientos e insumos esenciales para su operación. Los muertos no podrán votar en 2021, pero los vivos si tendrán opción.
*Licenciado y Maestro en Periodismo
lurame_3@hotmail.com @luciorm
