Ocho perros del Refugio canino Ángeles de Jocotitlán murieron y ocho más están delicados de salud, luego de que la madrugada del sábado fueran envenenados.
Miguel García Conejo
Los dueños del refugio, al llegar al lugar, notaron pellejos de pollo con un polvo verde, por lo que supieron entonces que habían sido víctimas de un atentado por el cual los caninos sufrieron hasta morir.
Los cuerpos de los cuadrúpedos quedaron en el lugar en el que se les había tendido la mano para una segunda oportunidad, pues todos los inquilinos del pequeño predio fueron rescatados de la calle o del maltrato.
Aún incrédulos, los integrantes de la familia López Gil no podían creer la crueldad de la que fueron víctimas los perros más grandes, también los cachorros.
“No puedo ni describir el dolor que esto me causa, me duele, me da mucha rabia pensar que alguien es capaz de un acto tan vil, tan inhumano, tan terriblemente atroz”.
Tras el ataque sólo quedaron vivos 36 perros, pero los dueños no descartan que pueda haber más intentos de envenenamiento a sus inquilinos peludos, por lo que piden la intervención de las autoridades.
“Ya levantamos el acta con Propaem, ya vinieron, pero pedimos que nos ayuden a atrapar a los responsables y también a poner más protección a nuestro pequeño refugio, ya nos donaron unas cámaras de videovigilancia, esto es un delito y quién lo cometió tiene que pagar por ello”.
La familia López Gil pide a los vecinos de Jocotitlán que se toquen el corazón, pues actos como el envenenamiento masivo de perros no deben replicarse, al contrario, debe fomentarse la cultura de cuidado y amor por los animales me orden para una mejor sociedad.
(Foto: Miguel García Conejo)
