A dos meses del inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, mexiquenses reprueban el actuar del gobierno federal y del Estado de México en relación con la pandemia, a partir de las opiniones que han acercado a las familias de escasos recursos.
Miguel García Conejo
En un sondeo realizado por Diario Portal, se comprobó que ocho de cada diez personas califican como malo el actuar de los gobiernos, justifican su respuesta en el hecho de que los casos siguen creciendo y la desinformación también, incluso al mismo ritmo.
Señalan que, si bien los hospitales han dado respuesta, ya arrastraban problemas de desabasto la de insumos y medicamentos, por lo que temen que, en caso de que la saturación rebase el actual 50 por ciento, no podrán ser atendidos con oportunidad.
El discurso central para reprobar a las autoridades es que los apoyos alimenticios no llegan a los sectores más vulnerables, como los que no cuentan con un sueldo ni prestaciones, por lo que quedarse encerrados y de brazos cruzados no es una opción.
“Yo veo que se mueven más las empresas que el gobierno, la verdad es que la desesperación de un hijo con hambre no se está atendiendo, en eso deberían invertir también recursos los gobiernos, se nota que como los que ahí trabajan si tienen el sueldo asegurado no han pensado en eso”, comentó Ana, comerciante ambulante.
Partiendo de una cifra a nivel nacional en la que más del 60 por ciento de los mexicanos está dentro del sector informal, la población encuestada cuestiona el nulo apoyo.
“Nadie nos ha acercado apoyos reales a las familias que estamos sin empleo, nos señalan mucho que estamos en la calle, pero lo hacemos por necesidad, estamos buscando un trabajo y ya de perdida alguien que nos regale un poquito de comida, porque a veces lo que sacamos es para pagar la renta, ya ni se diga de la Luz, ahorita todos encerrados y andan sobre los que ya no tenemos para pagar”.
Luego de que se diera a conocer que la Jornada Nacional de Sana Distancia se extenderá hasta agosto, los mexiquenses exigen una solución para poder atender sus necesidades básicas, pues la única opción que se les ha dado a las familias para enfrentar la pandemia de COVID-19 es quedarse en casa pero sin herramientas para subsistir.
