Cómo un rotundo fracaso fue como calificaron los artesanos temporaleros su reubicación en el Parque Luis Donaldo Colosio, donde sufrieron la pérdida de hasta el 80 por ciento de sus ventas, por lo que muchos enfrentan hoy el endeudamiento y se acercan a la bancarrota.
Miguel García Conejo
Lamentaron que, aunque extendieron sus días de venta hasta este lunes por la festividad de la Candelaria, no pudieron rebasar el 15 por ciento de ventas.
Señalaron que desalojo del Jardín Zaragoza y la pérdida de la tradición fueron los principales factores para el desastre económico que enfrentan y que dejó en sus repisas cientos de figuras del Niño Dios, pese a que hoy es el Día de la Candelaria.
“La gente no sabía dónde estábamos, en el Jardín Zaragoza ya teníamos cinco años y ahorita es difícil que la gente venga, nuestras ventas han bajado muchísimo”, lamentó Teresa Ayala, una de las 120 artesanas reubicadas.
“Fueron demasiado bajas, no sé qué vamos a hacer con estas autoridades, tuvimos pérdidas del 100 por ciento ahora en diciembre y ahorita no vamos a sacar ni para recuperar lo que ya gastamos”, añadió María López, comerciante.
Con precios desde los 80 pesos hasta los 500 pesos para los ropones más elaborados los comerciantes pidieron a las familias a mantener una tradición que distingue a las familias mexiquenses, de lo contrario la economía local se verá igual de afectada la próxima temporada, sentenciando a muerte su oficio.
Los artículos más buscados fueron los ropones tradicionales tejidos a mano así como la vestimenta del niño de la abundancia, el de las palomas, y el niño de los milagros.
(Foto: Redes)
