Rocío Rivera Carbajal, es una comerciante emprendedora que se dedica desde hace 30 años a vender los tradicionales esquites y elotes.
Luz Gutiérrez
Doña Rocío y su familia han dedicado la mayor parte de su vida a vender este típico antojito. Empezaron vendiendo sobre la calle de Instituto Literario en La Mona Lisa, pero por ser vendedores ambulantes tuvieron que cambiarse; y desde hace 7 años se cambiaron a la calle de Aldama, gracias a una familia que les dio la oportunidad de poner su negocio en las rejas de su casa.
Los esquites y los elotes de doña Rocío, son una fuente de trabajo y sustento para sacar adelante a su hijo, quien desde hace 4 años enfermó de insuficiencia renal, esto después de que su marido falleciera por diabetes.
“Esto es una enfermedad muy delicada y cara, y pues con esto he sacado a mi hijo adelante, pero a veces, se nos complica porque no tenemos otra entrada de dinero y su tratamiento es algo costoso” expresó.
Desde que empezó la enfermedad de su hijo, solo el primer año recibió ayuda, sin embargo, hasta ahora doña Rocío ha solventado los gastos con la venta de los esquites, aunque ahorita busca apoyo para poder pagar la operación de su hijo que cuesta 20 mil pesos.
“Puse un bote para juntar dinero, esperemos que ya en enero o febrero se pueda realizar la operación para cambiar el catéter porque era para un año y ahorita ya va a cumplir dos años, por eso es urgente” comentó.
El caso de doña Rocío, se dio a conocer gracias a las redes sociales, luego de que una de sus clientes subió fotografías del bote.
“Deseo que mi hijo tenga más salud y juntar lo es para hacer el cambio de catéter, eso quiero y así darle las gracias a todos los que nos han apoyado” expresó.
Doña Rocío, quien es una madre ejemplar, invita a la gente a visitar y aprobar sus ricos esquites de lunes a sábado en un horario de 6 a 10 de la noche.
“Invito a todo el público en general a que vengan a probar nuestros esquites aquí en Aldama” comentó.
(Foto: Luz Gutiérrez)
