Martha Romero

Activistas que protegen los derechos de las niñas, niños y adolescentes por un sano derecho al desarrollo de la personalidad piden que los jueces del Poder Judicial del Estado de México revisen todas las pruebas objetivas, científicas y el contexto en donde los menores de edad son usados como “arpones” para fabricar delitos.

Lo anterior, debido a que en ocasiones las personas investigadas son privadas de la libertad por delitos que se mantienen por cerca de dos años sin sentencia y porque cuentan con pruebas contundentes que demuestran la inocencia, pero aun así los mantienen detenidos.

Miguel Ángel Plata Mejía, presidente de la asociación civil Más Infancia Feliz y Poder Civil, agregó que como defensores de los derechos humanos piden que los jueces no tengan miedo a resolver con base en el derecho, libres del sensacionalismo de las falsas denuncias y se basen en las pruebas contundentes, suficientes y en algunos casos hasta abundantes.

“Es responsabilidad de todas las personas adultas proteger a los infantes de ser cosificados y usarlos como instrumento de prueba cuando los manipulan, fabrican delitos y encuadran a modo situaciones que nunca ocurrieron con fines de extorsión, venganzas o fines ajenos a la protección de las infancias”, resaltó.

Refirió que existe una manipulación y para determinarla es necesaria la intervención de expertos, especialistas y psicólogos clínicos para que verifiquen, a través de una prueba pericial o varias pruebas, ya que a la semana les llegan hasta 20 solicitudes de acompañamiento por posibles carpetas de investigación fabricadas, por lo que es lamentable que la corrupción sea un recurso constante en los casos de materia familiar. 

Exigió a las autoridades ser escuchados y definir rutas de acción que motiven a los jueces a tomar decisiones libres de presiones ajenas al bien de los menores de edad.

Por último, indicó que han detectado que cuando un menor es manipulado para dañar a un adulto jurídicamente, desarrolla consecuencias psicológicas como depresión, ansiedad, problemas de personalidad y falta de desarrollo de empatía.

Foto: Especial Portal