Martha Romero
Debido a que en el Estado de México se registra un promedio anual de 28 mil 470 nacimientos entre adolescentes, mientras un gran número busca la interrupción del embarazo, es necesario fortalecer las políticas públicas integrales y garantizar el acceso a servicios integrales para proteger la salud y el futuro de las jóvenes, aseveró la diputada Jennifer González López, presidenta de la comisión de Salud, Asistencia y Bienestar Social del Congreso Mexiquense.
Añadió que, si bien se han implementado programas de salud sexual y reproductiva, así como campañas de acceso a métodos anticonceptivos entre adolescentes, el embarazo aún es un problema complejo con graves consecuencias sociales y económicas.
Indicó que cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) refieren que un promedio de 78 bebés de madres adolescentes nace diariamente en la entidad, además de que sólo en 2023 se registraron 28 mil 554 partos de madres adolescentes, lo que representa el 14.8% del total de nacimientos registrados en el estado. De ese total, 532 madres fueron menores de 15 años, mientras que 28 mil 22 el rango de edad fue de entre los 15 y 19 años.
Precisó que de acuerdo con el Consejo Estatal de Población (Coespo), el embarazo adolescente en la entidad disminuyó 40% en el periodo 2015-2023, lo que quiere decir que gracias a las políticas públicas aplicadas se han logrado avances significativos, sin embargo, se debe seguir trabajando y reforzar esas acciones para reducir esa brecha de nacimientos.
González López destacó que el embarazo adolescente representa no sólo un riesgo para su salud, sino conlleva consecuencias sociales y económicas que afectan la educación, los ingresos, participación laboral y costos adicionales para el Estado.
Explicó que la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, aunado a la falta de información adecuada, contribuyen a la alta incidencia de embarazos en adolescentes, sin embargo, hay dos factores que parecen desapercibidos pero que son una realidad.
Uno de ellos, dijo, lo representan las costumbres tradicionales, es decir, aún persiste en algunas localidades del Estado de México, las tradiciones que marcan que las niñas y adolescentes deben casarse y tener hijos a una edad muy corta; por otro lado, existe una alta incidencia de embarazos entre niñas producto de una violación, misma que en gran porcentaje no es denunciada.
Por ello, reiteró que se requiere reforzar las estrategias de prevención y garantizar el acceso a servicios de salud para adolescentes, además de implementar acciones para reducir las desigualdades que afectan a adolescentes en situación de vulnerabilidad, así como de aquellas que viven en zonas rurales o con menos acceso a servicios de salud.
Por último, refirió que un dato preocupante es que del 2007, fecha en que se implementó la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en la Ciudad de México y hasta junio del 2024, más de 77 mil mujeres del Estado de México acudieron a practicarse este método, lo que representa un 27.82 por ciento del total de abortos realizados en la capital desde la fecha señalada.
(Foto: Especial Portal)
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