Martha Romero

El Circuito Exterior Mexiquense, el Arco Norte y la México-Querétaro, en el Valle de México; así como en la Central de Abastos, en el Boulevard Aeropuerto y en Xonacatlán, en el Valle de Toluca, son las carreteras en las que se continúan presentando robos en contra del transporte de carga, así lo dio a conocer Carlos García Álvarez, vicepresidente nacional de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (Amotac).

Añadió que, si bien aparentemente en el 2023 el índice bajó en un 15%, desafortunadamente los hechos que se ven en las calles y en las principales vialidades del Estado de México no coinciden con los números, por lo que hay algo que no “cuadra”.

Entre los incidentes que se han registrado en los últimos meses, recordó el registrado en la carretera de Cuautitlán donde balacearon a un trailero, mientras que en la México-Pachuca mataron a un joven que iba grabando, le disparan y lo mataron, por lo que es visible que el temperamento de los delincuentes va escalando porque actualmente los asaltos cuestan decesos humanos.

“A eso me refería al decirle que algo no está cuadrando, de acuerdo con los números, el Estado de México ocupa el lugar número 1, lo dice toda la información de la fiscalía, denuncias y hechos que suceden con el día a día”, resaltó.

García Álvarez indicó que los cargamentos más robados son de abarrotes (cereales, papel higiénico, entre otros productos), cuyo valor por carga es de entre 400 mil y 600 mil pesos; mientras que cargamentos de sopa, aceite o azúcar, están valuados en más de un millón de pesos.

Refirió que en lo que va del 2024 y por mes, les han robado de 20 a 30 camiones, por lo que la mercancía sustraída es vendida en las famosas “pulgas” y mercados ubicados en los diversos municipios del Estado de México a un menor precio de como normalmente se encuentran en un centro comercial, minisúper o tienditas.  

También, dijo, han levantado alrededor de 300 denuncias ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), sin contar a quienes no se atreven a denunciar porque tienen miedo por las represalias, además de enfrentar a la burocracia y a la corrupción.  

“Optan por la denuncia para que no se le carpetazo y se sigan las investigaciones, algunas veces aportan características de los carros en los que llegan los delincuentes y verifican que haya cámaras, ya que son un punto clave para detectarlos y detenerlos”, concluyó.

(Foto: redes)