El Virus del Papiloma Humano (VPH) no solo representa un desafío para la salud de millones de personas, sino también una carga económica significativa para los sistemas de salud. Así lo demuestra el reciente informe “HPV’s Economic Burden: Unmasking the Benefits of HPV Prevention”, elaborado por Asc Academics, el cual estima que México incurre en un gasto anual de $644 millones de dólares (costo total a lo largo de la vida)1 debido al cáncer cervicouterino asociado al VPH.
Este estudio, analiza datos de 13 países con distintos sistemas de salud, revela el costo económico del VPH, especialmente por el cáncer cervicouterino y otras enfermedades como verrugas genitales y cánceres de ano, orofaringe, pene, vulva y vagina. México, en particular, presenta uno de los costos por caso más altos del mundo, con aproximadamente $62, 318 dólares (costo por caso a lo largo de la vida).
La eliminación del cáncer cervicouterino podría generar ahorros significativos en los sistemas de salud de estos países. Por ejemplo, se estima que alcanzar las metas 90-70-90 de la Organización Mundial de la Salud para 2030 podría disminuir la incidencia del cáncer cervicouterino en un 42% para 2045 y prevenir aproximadamente 62 millones de muertes para 2120, con miles de millones de dólares ahorrados en costos de atención médica.
En este sentido, apostar por soluciones eficaces frente al VPH puede generar una transformación positiva en términos de desarrollo económico y bienestar social. Un avance importante para la prevención en México es la reciente aprobación de la vacunación contra el VPH en menores de edad, ampliando la protección a niños y niñas antes del inicio de la vida sexual activa.3 Esta medida representa un paso estratégico para fortalecer la inmunización temprana y reducir a largo plazo la incidencia de enfermedades asociadas al VPH, incluyendo varios tipos de cáncer.
Además del cáncer de cuello uterino, otras enfermedades relacionadas con el VPH también generan una carga económica significativa. Esta carga incluye costos indirectos, como la pérdida de días laborales, el impacto emocional y social que afecta personas diagnosticadas y sus familias. 1 No obstante, los países que implementan acciones preventivas logran reducir significativamente estos impactos, al tiempo que impulsan sistemas de salud más sostenibles y equitativos.
Por ello, abordar el VPH desde una perspectiva integral que combine vacunación y educación, puede impactar en el bienestar de la comunidad.
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