Entre esos pequeños espacios que deja el día a día, me dispuse a leer el periódico. Casi siempre comienzo por la sección de Cultura y me encontré con una nota sobre la Civilización Caral, una de las más antiguas del mundo y considerada la Cultura Madre de América. Se localiza en Perú y cuenta con once centros urbanos, lo que nos indica el grado de importancia que tuvo en su momento. Según los datos que he rastreado, fue contemporánea a Mesopotamia, lo que equivale a decir que se desarrolló hace más de 5000 años.
Vuelvo a la nota, ya que mi cometido de hoy no es darles una clase sobre Caral, sino hablar de su extinción.
Y bueno, ¿se acuerdan de la Pandemia, de esos años extraños que pasamos un poco encerrados y temerosos? Pues la historia del peligro que corre Caral tiene su inicio en ese momento. Los llamados traficantes de terrenos comenzaron a construir cerca de la zona, para ello metieron maquinaria pesada y destruyeron lo que “les estorbó”. La situación no solo quedó ahí, pues un grupo de personas decidió sembrar en zonas cercanas. La problemática ha ido escalando, ya que se han contratado sicarios para amedrentar a los arqueólogos y personal de seguridad, incluso la arqueóloga que dirige la zona de Caral ha tenido que dejar el lugar para resguardar su vida en Lima.
Algunos videos muestran casas a medio construir a tan solo unos metros de este centro cultural peruano. Caral se pierde poco a poco entre la urbanización ¿descontrolada? Las imágenes me recuerdan los centros urbanos de Teotenango y Calixtlahuaca, las casas poco a poco se “comen” a estas ciudades mesoamericanas. Es un hecho que estas acciones atentan contra el patrimonio, estamos frente a una urbanización descontrolada, una urbanización sobre urbanización.
En México se han perdido varias ciudades mesoamericanas debido a la tenencia de la tierra, ya que solo una pertenece a la federación: Tula, Hidalgo, el resto presenta diversos regímenes de tenencia de la tierra, ya sea de carácter estatal, municipal, ejidal, comunal o, incluso, privado. Esta situación pone en riesgo la historia de diversas culturas.
Naturalmente, las preguntas surgen ¿Existe poca conciencia sobre el patrimonio cultural? ¿Las personas realmente no tienen en dónde construir? ¿Qué sucede con las autoridades? ¿Es válido destruir para construir?
La Gentrificación arqueológica
Me gusta jugar un poco con los conceptos y pienso que este fenómeno puede ser un tipo de gentrificación, pues:
-Es el proceso de renovación (las construcciones que absorben los centros urbanos culturales) de una zona urbana generalmente popular o deteriorada (Caral/Teotenango/Calixtlahuaca), que implica el desplazamiento de su población original (si bien no hay población, sí nos encontramos con la destrucción de patrimonio) por parte de otra de un mayor poder adquisitivo (los traficantes de terrenos, los pobladores, las nuevas generaciones). Quizá el ejemplo más claro de este proceso sea el WalMart que se abrió en Teotihuacan.
¿Estaremos ante el principio del fin del patrimonio cultural y poco a poco nos olvidaremos de nuestras culturas madre en aras de la modernidad y la urbanización?
Espacio de reflexión decolonial sobre el mundo mesoamericano y
las naciones indígenas del siglo XXI
ipalnemohuani77@gmail.com
ig: @oquetzacamino
Columnista: Carla Valdespino Vargas |
Vistas: 291 |