Por El Vigía de la 4T
Durante décadas, la seguridad de los y las mexiquenses estuvo colgada de un hilo muy delgado que con frecuencia se rompía en las zonas más débiles del tejido social. Eran las familias humildes las que más sufrían los embates del crimen y a quienes más daño les causaba la impunidad con la que actuaban los delincuentes, muchas veces coludido con autoridades judiciales y policiacas. La ley de la selva se imponía como norma cotidiana ante la indiferencia de los gobiernos prianistas que, con una frialdad criminal, dejan que las cosas pasaran y simplemente volteaban a mirar para otro lado.
Afortunadamente eso cambió con la llegada del gobierno de la maestra Delfina Gómez. Ella llegó a poner orden donde no existía ni la coordinación entre instituciones, por decir lo menos.
La Gobernadora del Estado de México inició su mandato con una consigna principal: regresar la paz a un territorio sin ley, y un año después lo está logrando, con el apoyo de la federación y de los propios municipios.
Cuando Gómez Álvarez asumió su mandato en septiembre de 2023, puso manos a la obra y empezó a trabajar en serio en las Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz, donde con fuerzas federales, estatales y municipales comenzaron a delinear la estrategia de seguridad para su sexenio.
Mes a mes los números de esta coordinación se han visto reflejado en buenos resultados y que continúan superando máximos históricos en la entidad: más detenciones en flagrancia en un 50 por ciento y por órdenes de aprehensión en 12 por ciento, más sentencias en 16 por ciento y vinculaciones a proceso en 7 por ciento.
Pero eso no es todo: con Delfina Gómez los delitos de alto impacto han demostrado una tendencia a la baja, lo que nunca antes había pasado en la entidad, como en el caso del homicidio doloso, uno de los crímenes que más aquejan a la sociedad y que, al menos este año, ha tenido tres meses que cerraron con una disminución, lo que ningún otro estado puede presumir.
Columnista: Por el Vigía de la 4T |
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