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A la mitad II

La semana pasada estábamos conversando sobre la esencia nepantliana y les contaba sobre el indígena que pide disculpas por estar nepantla; pero también sobre mi trabajo nepantla. Sobre esa aparente neutralidad y sobre la identidad mestiza. Pfff… temas nada sencillos y harto importantes. Mas comencemos por donde siempre, el inicio.

La historia nos ha hecho creer que somos mestizos, pues culturalmente somos la mezcla de la historia española e indígena, pero la historia ha omitido una tercera raíz, la negra; pero también ha omitido mencionar que lo indígena no es un solo constructo, está compuesto, actualmente, por 68 naciones con historias diversas y propias, con lenguas diversas y propias. La historia colonial decidió diluir a todas las naciones en un solo concepto, lo indígena. Pero también la historia, en su afán de moldearnos mestizos, ha diluido a las culturas indígenas de esa supuesta amalgama; ya escucho a quienes argumentan que eso no es verdad, mas seamos sinceros, en realidad, muy pocos de nosotros nos mostramos orgullosos de nuestros padres/abuelos indígenas, no estudiamos mazahua, nahuatl, tlahuica, sino inglés; además, siempre queremos mejorar la raza, porque ser morenos no es cool.

 Tenemos que decirlo, el mestizaje es un mito fundacional para justificar el proceso de blanqueamiento al que hemos sido sometidos, al dar prioridad a la parte europea de nuestra genética. No, nunca se habla de un proceso de indigenización de lo blanco y, mientras escribo esto indigenización de lo blanco, viene a mi mente todas las imágenes de los tuluminatis y bueno, lo que ellos hacen es apropiación cultural.

 |Tuluminati: dícese del sector de la sociedad que se ha apropiado de ceremonias/expresiones/vestimenta indígena y que habita mayoritariamente en Tulum|
 

 Vuelvo al ser Nepantla

 

Estar en medio, estar a la mitad, ser neutro es una manera de ser muy otra que no debería ser interpretada como ser tibio. Estar o ser nepantla es aceptar que no pertenecemos al mundo del mestizo, pero que tampoco formamos parte del mundo indígena. Somos una identidad en ciernes que estamos conscientes de una nueva realidad que nos toca construir.

Yo, Carla, me asumo como nepantla porque no soy indígena y no lo afirmo con desdén sino con todo el respeto hacia las 68 naciones indígenas. No soy indígena así, como no soy japonesa o alemana. Soy, tristemente, el resultado exitoso del proceso de desindianización. Reconozco mis raíces mazahuas en mi tatarabuela Jesusa González. Pero tampoco soy mestiza porque no estoy de acuerdo con esa identidad impuesta que nos lleva a despreciar/negar/olvidar la historia indígena y afro y solo verlas como expresiones folclóricas.

 

Soy Nepantla, y ¿ustedes?


Espacio de reflexión decolonial sobre el mundo mesoamericano y

las naciones indígenas del siglo XXI

ipalnemohuani77@gmail.com

ig: @oquetzacamino  

 

 


Columnista:
Carla Valdespino Vargas
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