Leobardo Hernández
Ante la amenaza de Ricardo Salinas Pliego a través de Grupo Salinas, que en un comunicado advierte una posible demanda contra la presidenta por difamación, Claudia Sheinbaum Pardo respondió que la calumnia es ya cotidiana desde TV Azteca, y debería investigarse el origen de ésta y cómo fue beneficiado el empresario con el FOBAPROA.
Ricardo Salinas Pliego "calumnia todos los días” desde su televisora, pronunció la mandataria y señaló que no hay ninguna mentira en los señalamientos hechos sobre las deudas del también dueño de Elektra.
Al respecto, instó a los medios de comunicación a investigar cómo obtuvo la concesión de TV Azteca, quién le prestó el dinero para obtenerla, cómo fue beneficiado con el FOBAPROA y cómo adquirió Canal 40.
“A ver, yo les voy a dejar una tarea a todos los de aquí, los que nos están viendo: ¿Por qué no se investiga, a ver, cómo compró la televisora? [...] ¿Cuánto fue beneficiado con el Fobaproa? Pregunta, eh, es pregunta. ¿Quién lo demandó para que regresara el dinero por la compra de la televisora? ¿Cómo tiene ADN 40?”, cuestionó.
No obstante, éstas circunstancias no son secreto alguno, sólo han sido poco difundidas por los medios masivos como una especie de pacto empresarial.
En 1993, el 2 de agosto, TV Azteca inició operaciones tras pagar una licitación de 650 mdp, de los cuales, el exconvicto acusado por el asesinato del priista José Francisco Ruiz Massieu, Raúl Salinas, hermano del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, le prestó 39.7 millones de dólares que, según acusó el prestamista, no regresaron a sus manos.
En 1995, el Estado Mexicano liquidó una deuda de 500 millones de dólares a los bancos Serfín, Santander Mexicano, Bancomer y Confía, ésta para rescatar la empresa Salinas y Rocha, misma que recompró Salinas Pliego por sólo el 15% de lo que pagó el gobierno mexicano con dinero público para rescatarla.
En 1998, Salinas Pliego conformó una alianza estratégica con Javier Moreno Valle y su empresa CNI Canal 40; nuevamente el vástago y heredero de Hugo Salinas Price (fundador de Elektra) incumplió acuerdos; mas salió airoso al tomar por asalto y apropiarse de las instalaciones de la emisora en el Cerro del Chiquihuite.
El episodio conocido como el "chiquihuitazo" ocurrió en 2002, cuando un comando armado amagó y ofreció dinero al equipo de CNI Canal 40, que recuperó la transmisión solo por 3 años más, para después ser despojada por TV Azteca y convertirse en Proyecto 40.
Respecto al conflicto que trascendió sin intervención alguna de autoridades, el entonces presidente panista, Vicente Fox Quesada respondió "¿y yo porqué?", al ser cuestionado.
(Foto: presidencia)
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