Leobardo Hernández

 El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó entablar diálogo con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, sobre la reforma al Poder Judicial, pues, manifestó, “que los temas relacionados con México pues nos corresponden a nosotros. No pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero a tratar asuntos que sólo corresponden a los mexicanos, es un principio básico de independencia, de soberanía”. 

Durante la conferencia matutina de este lunes, en alusión a la solicitud del embajador estadounidense para entablar un diálogo con el mandatario supuestamente por la preocupación de que la reforma judicial cause una pérdida de independencia a dicho poder y una colusión con el crimen organizado, además de dificultar la relación comercial entre ambos países, el tabasqueño reviró que dicho supuesto es infundado. 

Sobre esta línea, enfatizó que el tratado comercial entre Estados Unidos, Canadá y México no implica el sometimiento del gobierno mexicano ante los otros dos integrantes del T-MEC.

“el tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía; el tratado es comercial, es para tener una muy buena relación económica-comercial que nos conviene a las dos naciones, pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un Estado asociado”, concretó.

En este sentido, postuló que la reforma judicial o cualquier otra decisión de México sobre su política interna no competen a otro gobierno, por lo que no son motivo de ruptura, pues la relación con los gobiernos extranjeros por parte de México siempre ha sido cordial y sin intereses intervencionistas.

““Es importante tener una política de integración económica y comercial con Estados Unidos y Canadá; nos conviene a los tres países de América del Norte para poder crecer y tener una zona económica-comercial fuerte con relación a otras regiones del mundo, incluso no sólo América del Norte sino toda América para que se convierta en la región más poderosa hacia adelante en lo económico, en lo comercial, entonces no hay por ahí nada racional que pueda llevar a una ruptura”,

El mandatario concluyó con que sus declaraciones sobre el tema no tienen afán de hostilidad, “Es nada más aclarar que somos países independientes y soberanos, muy respetuosos de nuestra relación de amistad, de cooperación, pero no es posible que un embajador extranjero opine lo que está bien o lo que está mal en nuestro país; esa no es la función de un embajador”.

(Foto: presidencia)