Leobardo Hernández

A las once en punto, ya en calidad de expresidente, Andrés Manuel López Obrador, acompañado por su esposa, la doctora Beatriz Gutiérrez Müller arribó al Congreso de la Unión, investido con la banda presidencial para cederla a la ya presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo, a través de las manos de la histórica luchadora social de izquierda, Ifigenia Martínez y consumar de forma oficial la toma de posesión de la científica en el cargo de mandataria del país. 

La emoción no se dejó esperar ante el arribo del prócer de Macuspana, quien fue vitoreado y respaldado con las ya clásicas proclamas “es un honor estar con Obrador” que los representantes del legislativo pronunciaron al paso del expresidente, y tomadas del grito popular del pueblo durante el proceso de desafuero promovido por la oposición durante su jefatura de gobierno en el entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, con la finalidad de descarrilar su candidatura presidencial en 2006.

Durante su camino a la máxima tribuna para entregar la banda presidencial, los legisladores no dejaron pasar la oportunidad de tomarse una foto con el tabasqueño ante el último acto protocolario, pues anunció su retiro inminente de la vida pública para estudiar y escribir sobre el legado cultural de México.

Minutos más tarde, con el grito de “¡presidenta, presidenta…!” fue recibida Claudia Sheinbaum Pardo por la comitiva de legisladoras para acompañarla al alto del pleno del Palacio Legislativo, para que Ifigenia Martínez anunciara la toma de protesta de la científica como presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. 

Así, la mandataria protestó “mirar en todo por el bien y la prosperidad de la unión”. La presidente, investida ya con la banda presidencial, agradeció la representación de 105 naciones, enfáticamente a la izquierda latinoamericana encabezada por Luz Ignacio Lula da Silva, presidente de Brasil; Gustavo Petro, presidente de Colombia, Xiomara Castro, presidenta de Honduras; Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba; Luis Arce, presidente de Bolivia, y Gabriel Boric, presidente de Chile; así como la asistencia de Jil Biden, en representación del presidente estadounidense Joseph Biden. 

La mandataria recordó que en mismo recinto, el hoy expresidente pronunció la frase “que a ustedes y a mí nos juzgue la historia” durante su juicio de desafuero, y manifestó la científica: “la historia y el pueblo lo ha juzgado: Andrés Manuel López Obrador, uno de los grandes, el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna, el presidente más querido, sólo comparable con lázaro Cárdenas, el que inició y terminó su mandato con más amor de su pueblo y, para millones, aunque a él no le gusta que se lo digan, el mejor presidente de México; el que inició la revolución pacífica de la Cuarta Transformación de la vida pública de México”. 

(Foto: captura de pantalla)