Martha Romero 

Organizaciones civiles como el Colectivo Interestatal Nubes en Peligro A.C., junto con otros activistas, han luchado por años contra el uso de cañones antigranizo en el Estado de México; sin embargo, no hay leyes ni reglamentos que impidan su utilización, ni instancias como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) han tomado cartas en el asunto. 

Raúl Domínguez Flores, presidente de dicho colectivo, recordó que hace más de cinco años en el Senado de la República intentaron manejar una propuesta para que estos cañones dejen de usarse, pero desafortunadamente no tuvieron eco.     

Añadió que en Jilotepec, Soyaniquilpan, Jocotitlán, Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso y San José del Rincón, sus pobladores han asegurado escuchar el sonido de los cañones antigranizo, pero como están instalados en propiedad privada, no tienen acceso a esta tecnología usada principalmente por productores de papas, en el caso de Soyaniquilpan por una armadura de vehículos y en el parque industrial de Jilotepec por una tienda comercial de ropa de prestigio.

Durante más de 23 años, la empresa Bionatur dedicada al cultivo de jitomate hidropónico e instalada en Pastejé, en Jocotitlán, ha sido acusada de bombardear el cielo con distintos químicos que alteran el ciclo de lluvias que afecta a 20 municipios del norte del Estado de México, en julio de 2022 los campesinos de la región bloquearon la autopista Toluca-Atlacomulco con la intención de hacer presión para que las autoridades de los tres órdenes de gobierno la clausurarán.

Desde el año 2000, las lluvias comenzaron a ser irregulares en la zona norte y desde que Bionatur llegó comenzaron las alteraciones en la temporada de lluvias, fue en 2009 cuando la empresa reconoció que usaba cañones antigranizo y se comprometieron a ya no hacerlo; sin embargo, en 2016, la situación se agravó porque, además de disparar ondas sonoras con gas de acetileno y oxígeno hacia las nubes para evitar la caída del granizo, también comenzaron a utilizar avionetas. 

Domínguez Flores relató que hay un documento firmado por la empresa porque los ciudadanos denunciaron y lograron comprobar el uso de cañones antigranizo, con la manifestación lograron por una temporada eliminar esta práctica e incluso conformaron un Comité Ciudadano para regular, vigilar y controlar su uso, pero solo sustituyeron el cañón antigranizo y se fueron al uso de la siembra de nubes. 

Sin embargo, dijo, los cañones todavía existen y los que están instalados llegan a afectar cerca de 2 kilómetros a la redonda, alterando no solo la siembra de los campesinos que trabajan por medio del sistema temporal pero también a las comunidades que se ven afectadas.

Resaltó que, si no llueve, el campo no produce y, por otro lado, no hay infiltración de agua, no se llenan los métodos friáticos, los ríos, lagunas, presas, es decir, la afectación es más grande que sólo la que reciben los campesinos, de ahí la urgencia de regular y controlar para que se elimine el uso de esos dispositivos. 

Indicó que, si corroboran que los industriales de papas, Bionatur, la empresa de vehículos o la tienda departamental, actualmente utilizan estos dispositivos, deben saber que hay otras maneras de cuidar sus propiedades y dejen de usar los cañones antigranizo, ya que la afectación ambiental y la alteración del clima no está legalizada.

Recordó que en el año 2021, en San José del Rincón, realizaron una campaña mediática con otros ciudadanos del municipio donde mencionaban que iban a actuar de forma directa, sin importar que después les lanzarán a la policía municipal, estatal y a la federal, que en ese tiempo aún existía.

“Dispositivo que estuviera funcionando, dispositivo que íbamos a destruir, sin afectar propiedad privada, desde lejitos se podía destruir ese equipo. Se oye algo grotesco, pero eso funcionó un año nada más. Los dispositivos no salieron a operar y llovió de forma regular en esa zona”, mencionó. 

Desafortunadamente, dijo, la campaña solo duro un año porque después volvieron a reactivarse los cañones antigranizo. Tan solo el año pasado, ciudadanos del municipio de Acambay lograron tomar evidencia de que el dispositivo estaba funcionando y retomaron la campaña, pero la misma gente se desanimó al ver que ningún servidor público respaldaba sus denuncias.

(Foto: cortesía)