Julio César ‘N’, presunto agresor del convoy en el que viajaba el pasado jueves el fiscal general Justicia del Estado de México, José Luis Cervantes Martínez, fue imputado por intento de homicidio, después de que el pasado sábado fuera trasladado al Centro Preventivo y de Reinserción Social de Tenango de Valle.
Durante la audiencia inicial contra el presunto agresor del fiscal mexiquense, el Juez de Control del Distrito Judicial de Tenango del Valle calificó como legal la detención de Julio César ‘N’, tras considerar que fue aprehendido en flagrancia, mientras presuntamente cometía delitos de homicidio en grado de tentativa, usurpación de funciones, portación de arma prohibida, cohecho y delitos contra la salud.
El sábado pasado, Julio César ‘N’ fue trasladado al penal de Tenango del Valle, después de ser declarado por el Ministerio Público de la Fiscalía de Asuntos Especiales y de vencerse su término constitucional. Así fue puesto a disposición de la autoridad judicial que le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada y en los próximos días determinará su situación legal.
Como se podrá recordar, el pasado jueves, de acuerdo con un comunicado emitido por la fiscalía estatal, el convoy compuesto por dos camionetas en las que viajaban Cervantes Martínez y siete elementos de seguridad, así como una motocicleta tripulada por dos elementos de reacción, fue interceptado por un vehículo marca Jeep, color negro mate, con vidrios oscuros y placas del Estado de México, conducido por Julio César “N”, cuando circulaban con dirección a la Ciudad de México.
Desde las inmediaciones del municipio de Ocoyoacac y hasta antes de las casetas de cobro hacia la Ciudad de México y La Venta-Naucalpan, el agresor comenzó a hostigar para desestabilizar la unidad oficial, los elementos advirtieron un arma de fuego de alto poder de características “recortadas”, por lo que procedieron a interceptarlo para detenerlo.
En el vehículo encontraron un arma de fuego tipo fusil con cargador abastecido con tres cartuchos útiles y tres casquillos percutidos, una chamarra táctica, una cangurera color verde con bolsas con presuntos narcóticos, credenciales diversas, algunas aparentemente apócrifas con logotipos oficiales, una manopla de metal tipo boxer, una botella con bebida alcohólica, un arma corta contundente con filo de metal y mango de plástico negro, así como artículos presuntamente relacionados con prácticas rituales.
Sin embargo, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) determinó que con los datos de prueba con los que contaba hasta este momento, entre ellos técnicas de investigación de cateo, no permitían establecer que la conducta desplegada por el agresor fuera una acción consciente o dirigida contra Cervantes Martínez.