Gabriela Landetta

Las regiones rurales enfrentan desafíos sociales, productivos y ambientales, así como la carencia de fuerza de trabajo, aspectos en los que hay que poner atención. Es importante considerar, además, que el medio rural es mucho más complejo de lo que generalmente se considera, porque sólo se piensa en esas regiones en términos agropecuarios, pero es mucho más que eso, porque es cultura, recursos naturales, historias, etcétera.

Así lo manifestó la doctora en Geografía por la UNAM Norma Baca Tavira, quien señaló que en el estado de México hay 4 mil 215 localidades rurales, lo que representa el 86 por ciento de las localidades del Estado de México, y en ellas vive el 13 por ciento de la población mexiquense

“Entonces, el Estado de México demográficamente es urbano y metropolitano, pero territorialmente es rural. Y eso debe llamarnos a pensar justamente en las estrategias [que se deben aplicar en esas zonas], porque principalmente el territorio es rural”, destacó la investigadora.

Asimismo, se refirió a las desigualdades territoriales que históricamente han persistido y que han dejado al medio rural atrás en cuanto al desarrollo, situación que ya debe cambiar.

“Hay altos niveles de pobreza y de marginación, pero también tenemos una falta de infraestructura pública y de servicios básicos. No puede haber ciudadanía de segunda, no puede haber ciudadanía en donde falte el agua potable, no puede haber ciudadanía o territorios donde no haya drenaje o algunos otros servicios”, expresó.

En ese contexto, la profesora-investigadora del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales de la UAEMéx mencionó que esas desigualdades sociales se hacen más evidentes de acuerdo a la ubicación geográfica de que se trate, ya que un factor común ha sido escuchar que no se atendían ciertas comunidades, porque están muy lejos y es complicado llegar a ellas.

“Esto, sin duda, es un tema económico. Será más costoso atenderlas, pero en estos tiempos también sería bueno echar mano de tecnología, de metodología, de formas de atenderlo y no solamente pensar en cómo urbanizar el medio rural. Hay otras rutas para hacerlo y no seguir justificando la carencia de infraestructura o de atención”.

La especialista señaló además que en estos tiempos en que hay mayor conciencia sobre la degradación del medio natural, en donde la responsabilidad es de todos, las personas que viven en las regiones rurales son quienes han cargado especialmente con esa labor de protección del ambiente, “y ya va siendo hora de que también la población urbana se involucre en todo esto, porque quienes vivimos en el medio urbano nos beneficiamos claramente del cuidado que en el medio rural se tiene de los recursos naturales”.

Mencionó, por ejemplo, que, en el sur de la entidad, con apenas 650 mil habitantes aproximadamente, es decir, menos del cuatro por ciento de la población total de la entidad, se ubica la cuenca del Balsas, entre otras, así como todo el Sistema Cutzamala, por lo que, dijo, se tiene que abordar el tema acerca de cómo nos involucramos todos, “y cómo nos responsabilizamos desde el medio urbano. Tenemos que empezar a hablar de que no es posible estar extrayendo el agua sin medida del medio rural, sin tener un cuidado en las ciudades. Todo esto lo tenemos que empezar a hablar”, manifestó.

(Foto: cortesía)