Ivan Joatzay

“Para que [el Plan Colibrí] logre funcionar sustentablemente, es necesario contemplar todo el panorama, las ramas del sistema integral ciudadano”, afirmó Gildardo Martínez, especialista uaemita, sobre la iniciativa de la Secretaría de Movilidad (SEMOV) mexiquense.

En entrevista con Portal, Gildardo Martínez Muñoz, coordinador del Centro de Investigación en Movilidad Sustentable (CIMS) de la UAEMex, ubicado en las instalaciones de la Facultad de Ingeniería, detalló cómo, para alcanzar un espectro de sustentabilidad en el ‘Plan colibrí’ ante los cerca de 18 millones de habitantes que radican en la entidad mexiquense, es necesario estructurar una estrategia de desarrollo que integre las necesidades de múltiples sectores sociales; el comercio, la ciudadanía, poblaciones vulnerables, sector empresarial, administración gubernamental, entre otros.

El proyecto presentado por el Secretario de Movilidad, Daniel Sibaja, es una iniciativa que, si bien realizará 100 acciones para mejorar la movilidad, se enfoca en 10 estrategias principales que buscarán combatir la inseguridad, violencia de género, e impulsar la calidad y oferta en el transporte público, esto con la incorporación de una tarjeta única de movilidad, la cual buscará homologar el pago en los mexibuses de la entidad, una red interseccional de género, ampliación de la red ciclista en la zona metropolitana del Valle de México (ZMVM) y el Valle de Toluca, asimismo como estrategia de supervisión por parte de la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México dentro de los “puntos rojos” de los municipios mexiquenses.

Al respecto, Martínez Muñoz explicó que, si bien “son acciones muy acertadas que atienden a ciertas necesidades” de la población con enfoque a corto y mediano plazo, es necesaria la estructuración de métodos de reforma y regularización al transporte para desarrollar una evolución en la movilidad de los ciudadanos, pues “es poco a poco, a través de cambios pequeños, pero precisos” que se obtendrá una mejora en la movilidad mexiquense.

“Sí hay que dimensionar, entender y visualizar los componentes del fenómeno, conociendo los factores tangibles e intangibles. Los más vistos son la infraestructura vial y los vehículos, pero hay muchísimos más que intervienen, el usuario tiene necesidades específicas y se comporta de manera particular en los destinos y distancias que transita”, explicó el coordinador del CIMS.

En el aspecto de sustentabilidad, el también docente expuso que, aunque es necesaria la diversificación de interacción en el sistema de movilidad, optimizando el acceso peatonal, ciclista y vehicular, una estrategia fundamental es la priorización del transporte público donde, con mejora de las unidades, cumplimiento de las normas de movilidad e incentivación de la cultura vial, se disminuya la huella de carbono e incremente la sinergia con otros tipos de transporte.

“La ciudad tiene que dar las condiciones adecuadas para que se dé cualquier aspecto de transporte, de acuerdo con la zona (…) obviamente hay acciones inmediatas, que son las que se están tomando, pero lo que ayudaría es crear una planeación integral que atienda a todos los actores y trabaje en la parte tangible, estructura, y vehículos en desarrollo energético y tecnológico, también desde la parte administrativa para eficientar la organización de las empresas, hay que promoverlo e informarlo. Identificar los componentes, ver cuáles son los de mayor relevancia y ver cómo se puede trabajar en ellos porque se requiere inversión, tiempo, estrategias de educación, gestión e infraestructura ¿cómo involucro a todos en esto?”, declaró.

(Foto: Ivan Joatzay)