Leobardo Hernández

El presidente Andrés Manuel López Obrador exhibió la postura errática del PAN, que en primera instancia se pronunció contra los programas del bienestar y votó en contra en la cámara de diputados; no obstante, al darse cuenta de su error, dijo el mandatario, rectificaron en la cámara de senadores; sin embargo, Vicente Fox evidencia su postura contra el apoyo a los más vulnerables.

En este sentido, el tabasqueños aseveró “es lo de Fox, lo tienen en un mensaje donde se atreve a decir que él fue el que creó lo de la pensión… se atreve a decir, porque son cínicos, caradura, mienten como respiran”.

En este aspecto, el mandatario sostuvo que el gobierno de la 4T busca garantizar los derechos universales a las personas que han sido relegadas de estos durante décadas de neoliberalismo, y postuló que la postura de los gobiernos anteriores fue anti derechos.

¿Discriminación inversa?

En el nuevo segmento de la conferencia, el mandatario también señaló a Santiago Creel, quien acusó al presidente de “discriminación inversa”. Al respecto, el presidente ironizó “no sabía yo que había una discriminación inversa, es nuevo para mí, eso”. En una conferencia de prensa, el panista ex secretario de gobernación de Vicente Fox acusó al tabasqueño por supuestos actos de discriminación. “En las mañaneras he sido objeto de infundios. He sido objeto de ataques, no solamente a mí, a mi familia, a mi origen, al color de mi piel, al color de mis ojos, porque es una discriminación inversa la que él hace”.

En este sentido, López Obrador respondió de forma categórica ante el señalamiento que calificó como falso, pues “yo nunca he atacado a su familia ni he hablado del color de su piel ni de sus ojos: es mentira, completamente mentira. Aclararlo nada más, yo siempre he estado a favor de los pobres […] siempre he estado en contra del clasismo, del racismo, de la discriminación, y siempre he estado en contra de la corrupción”.

Cabe señalar que, de acuerdo con especialistas en sociología, el término “discriminación inversa” alude a la postura inconforme de un grupo de poder que se siente agredido por el grupo al que somete; es decir, que al emplearlo admite una posición de dominio y, por tanto, de discriminación. En este sentido, el término, no sólo es incorrecto, sino que es de facto inexistente.

(Foto: CP)