Ivan Joatzay

The Flash: la materialización del multiverso más comiquero

 “Las cicatrices que tenemos nos hacen quienes somos”

Finalmente, como el cierre de una carrera longeva para presentar al velocista más querido en todo el multiverso, ‘The Flash’ llega a las salas de cine de todo el planeta para, en conjunto de recuerdos superheroicos del pasado, anomalías del presente y sorpresas del futuro, explorar quién es Barry Allen.

Tras casi 10 años de espera desde que se anunció la producción de la primer película para el corredor escarlata, en Octubre del 2014, la última película del DC Extended Universe (DCEU) abre su paso con el liderazgo de Ezra Miller entre un sinfín de universos de los héroes de color azul para, de una vez por todas, cementar la nueva ruta de la Liga de la Justicia y todos sus aliados dentro de las producciones cinematográficas.

‘The Flash’, dirigida por Andy Muschietti y escrita por Christina Hodson, sigue el apogeo superheroico de Barry Allen (Ezra Miller) como un miembro oficial de la Liga de la Justicia, sin embargo, aún explorando la capacidad de sus poderes y buscando cerrar las heridas del pasado, el metahumano con supervelocidad se enfrentará a posiblemente su duelo más grande hasta el momento: aceptar su realidad o conseguir lo mejor de los dos mundos entre su faceta superheroica y su vida personal.

Ahora, haciendo un mínimo cambio en la trayectoria del pasado que lo define, Flash lidiará con las consecuencias de sus actos al crear un nuevo mundo sin metahumanos, con un viejo Bruce Wayne (Michael Keaton) y una nueva kriptoniana, Kara Zor-El (Sasha Calle), que buscarán, a su vez de restaurar el espacio tiempo, salvar el destino de la tierra ante una nueva amenaza.

Tal cual como la tarea que hacías de ultimo momento antes de la entrega final en la escuela, esta historia llega como una construcción antropomórfica, al menos ideológicamente, que, ante la solidificación de un nuevo universo, se siente como una historia que se entrega justo a tiempo pero que aun así logra ser ambiciosa, completa y longeva.

Si bien, su guion denota que se retoman varios conceptos e ideas de múltiples mentes creativas que pasaron por la producción, ‘The Flash’, de alguna manera inexplicable, logra presentar el concepto de los comics en la pantalla grande de una manera más tajante, avivada, pero a la vez verosímil que, ante una historia base como ‘Flashpoint’, explora un sentido maximizado de lo que son las historias de superhéroes y logra representar un nuevo camino por recorrer para el velocista.

Con la incorporación de nuevas caras, como Sasha Calle, y el regreso de viejos héroes, como Michael Keaton, la propuesta multiversal del corredor escarlata es una historia fresca y autentica que, si bien recupera parte de la idea original de los comics y algunos elementos principales de Barry Allen que son vistos en otros universos, como el televisivo o el animado, logra solidificar una versión propia de quien es Barry Allen.

Esta es una historia que, como una hipótesis que recupera los elementos principales de su personaje, explora el sentir humano a través del símbolo del rayo aliado con la fuerza de velocidad.

Contando con uno de los mayores presupuestos para las historias fílmicas de DC Cómics, ‘The Flash’ es una historia sobrecargada de energía que presenta una simbiosis desequilibrada para la consolidación entre mundo de los comics y las historias cinematográficas en un mismo hecho, es decir, se siente que jala más para un lado que otro, sin embargo, como aviación de los héroes de DC Cómics, la película del velocista desarrolla un goce único que logra homenajear el pasado del DCEU y tomar la batuta de las posibilidades en otras historias que no volvieron a ser vistas desde años atrás.

Con un guion solido que no explora más allá de la historia de Barry Allen, haciendo realidad las palabras de Michael Shannon surgidas en una reciente entrevista [donde declaró que esta historia no explora los motivos ni profundidad de otros personajes como el General Zod o los compañeros que rodean la vida del velocista], ‘The Flash’ construye un foco principal que denota una clara atracción hacia los atributos y posibilidades contemporáneas que puede llegar a tener el arco del héroe ante conceptos actuales como el viaje entre universos, la estructura del espacio tiempo o la diversificación de remanentes de una misma capa.

Como su principal flaqueza en el operar cinematográfico, el viaje de Flash deja de lado a personajes secundarios y coprotagonistas que, por más que pudieron desarrollar un potencial narrativo dentro de la historia de recomposición del espacio tiempo, no llegan a ser más allá que el complemento de Barry Allen, sin embargo, asimismo, esto permite explorar una nueva catarsis para el duelo ya conocido sobre el pasado de Barry Allen. Ante esto, Ezra Miller logra presentar un arco versátil que, con la actuación en dualidad del guion, explora una diversidad mutada del mismo personaje.

Si bien, esta historia cuenta con elementos ineficaces, como la incorporación de escenas y personajes que se sienten innecesarios [al menos ante la duración de la película y la posibilidad de explorar otros personajes] o la estructuración inconsistente de los efectos visuales [que en momentos construyen un afinado ambiente de acción y en otros aparentan no estar a la altura de lo planeado], la travesía del velocista es un viaje enriquecedor que sobre compensa sus debilidades con la genialidad de su propuesta.

Con la idea de un multiverso que vuelve a ser explorado, pero ahora desde un enfoque destino, ‘The Flash’ maximiza el concepto y posibilidades humanas en una existencia infinita. Este es un argumento impactante y emocionante que, afortunadamente, no descarrila su historia el sensacionalismo de ver muchos personajes en una misma escena, sino, que se encamina hacia el desarrollo del potencial humano ante un hecho super humano.

Entre sus proezas, el regreso de Batman va más allá de lo esperado con una propuesta actoral impecable y fresca de Michael Keaton que, al combinar las disidencias del cine de superhéroes pasado con un enfoque actual, construye una imagen viva y nítida de lo que puede llegar a ser el caballero de la noche bajo una nueva perspectiva, en un montaje de acción más agresivo, misterioso, pero a la vez cómico para la tridimensionalidad del murciélago con capa.

Sin duda, para los fanáticos y no fanáticos del personaje, el regreso es un goce para volver a ver los elementos que rodean a un Batman de antaño, desde su manera de operar contra el crimen, la recreación de la vieja mansión Wayne, hasta la incorporación de un Batimóvil que probablemente significó el mundo para varias generaciones. Así, Keaton presenta un argumento sólido y emocionante por contar.

Por su parte, como la revelación del momento, la incorporación de Saha Calle propone un enfoque fresco y certero para un personaje nuevo que puede explorar las versatilidades y miedos de un super ser que no necesariamente cumple con las virtudes de un Superman inpresente. Aunque, por el momento, la historia del velocista puede dejar con expectativas una exploración más profunda la última hija de Kripton.

Al final, este es un arco de redención para un personaje en un universo que, si bien no lo consideró en sus inicios, llega para solidificar lo que alguna vez fue el DCEU y dotar de una identidad propia al héroe con el rayo.

‘The Flash’ es un manjar de emociones que, como una montaña rusa, sobrelleva la epicidad y madurez de un Barry Allen completamente comiquero en el que, la madurez, el duelo y la esperanza por un futuro brillante recaen en el manto único del corredor escarlata. Si bien es una historia que tambalea el desarrollo de personajes y la verosimilitud de su historia, la película del velocista propone algunas de las más grandes secuencias y hechos narrativos vistos en la pantalla grande. Una verdadera historia de cómics que, si no sobre piensas mucho, desarrolla una esencia autentica de la idea superheroica.

(Foto: Warner Bros. Pictures)