Vanessa Baez
En el marco de la 10ª Feria del Tamal de Ollita en la Plaza de los Insurgentes en Ocoyoacac, visitantes de diversas regiones, principalmente de Toluca y Ciudad de México, emprendieron desde cerca de las 8:00 hrs. el viaje al centro de dicho municipio para degustar estos tradicionales alimentos de maíz, sin embargo, la afluencia de personas representó una dificultad en su adquisición.
De acuerdo con las y los visitantes, este año se visualizó una baja cantidad de puestos a comparación con años pasados, lo que contribuyó a la escasez de este alimento protagonista de la Feria y, pese a que inicialmente los organizadores anunciaron un total de 50 puestos, sólo prevalecieron seis.
“Esperaba ver la Feria como en años pasados, con varios stands con tamales distribuidos; pero, no hay. Anteriormente estaba todo lleno y había de muchos sabores”, comentó Mariana, residente de Ocoyoacac.
Debido a la alta demanda de tamales por la afluencia de personas, las y los productores de este alimento tradicional optaron por venderlos en rondas pausadas según este tiempo de cocción con cantidades de 720 tamales al día.
De acuerdo con los artesanos, el proceso de cocción es largo y consta de cerca de dos horas, aparte de la preparación de los ingredientes como la masa y los guisados que contienen, por lo que retrasó su venta durante la Feria, es decir, cada puesto debe esperar aproximadamente dos horas tras terminar cada ronda de venta.
“El proceso de cocción es largo, el tamal tiene que estar cerca de dos horas para cocerse. Es artesanal, se hace con manos y no mucha gente lo sabe hacer, por eso vamos poco a poco”, señaló Laura Casas, productora del tamal de ollita.
Abarrotan filas por un tamal
Por su amplio sabor y variedad, las y los visitantes llenaron la Plaza de los Insurgentes en filas de treinta a cuarenta personas entre cada ronda de venta de los comerciantes; sin embargo, hubo quienes realizaron pedidos de 100 tamales por persona, lo que dificultó la venta y distribución a los demás asistentes; sin embargo, para muchos de ellos, el principal problema fue la falta de vendedores respecto a otros años.
“Asistí a esta Feria hace tres o cuatro años y había como cincuenta puestos de tamales, con ese mismo ánimo venimos ahora, pero no hay suficientes tamales”, comentó María de los Ángeles, originaria de Toluca.
También, cabe recordar que el origen de este tipo de tamal característico de la zona, de acuerdo con productores establecidos en la Feria, se remonta a la existencia del maíz y adquirió su forma de “ollita” debido a estos utensilios de barro que son utilizados durante el proceso de elaboración del tamal, cuyos principales sabores son de caldillo verde con carne de puerco, rajas con queso y pepita.
Finalmente, los tamales no son los únicos productos que se pueden encontrar en esta celebración, también hay productores de mole casero, helado de maíz, pinole tradicional hecho desde el origen, quesos y lácteos, así como venta de ropa bordada a mano, pulseras y collares típicos y figuras de barro.
(Foto: Vanessa Baez)
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