Senén Viñas Tavira

Vistas desde las alturas, el viernes 2 de diciembre a las 13 horas, las inmediaciones del Foro Pegaso deben verse como un hormigueo humano por todos sus confines; grupos y grupos llegando, preguntando por el acceso al festival de rock que los ha convocado y en la entrada principal ya se ha aglomerado pidiendo el ingreso ya que el evento se debía haber iniciado desde las 12:10 horas en el foro “Metal Verdadero”, uno de los 5 escenarios dispuestos para el inicio del maratón de tres días que cada dia terminara a las 2 de la mañana; sin embargo, no hay amagos violentos del clásico portazo, pese a la muchedumbre que sitia el acceso, y el ingreso se realiza en calma, dando lugar a las tradicionales correteadas para tomar el mejor lugar.

Este es el panorama con el que inicia el rencuentro del rock con las grandes masas, aquellas que se confinaron durante la pandemia y que ya se vuelven a congregar sin mayores contratiempos, salvo que en esta ocasión para la salida, ya en la madrugada, ya que el egreso vehicular tarda hasta una hora, aunque también con la observación del buen comportamiento de los asistentes, quizás a causa de que han salido bajo los efectos de un efecto relajante, como el provocado por el quinteto alemán “Scorpions”, de tal efecto que, después de su concierto, hasta reciben las llaves de la ciudad de Toluca, aunque algunos crean que si de reconocimientos se trataba, debió de recaer en el grupo “Pantera”, tras su incendiario concierto, en una reaparición en la escena después de los trágicos avatares que siguieron a su disolución del 2003.

Ahora bien, para el sábado 3 de diciembre, toco recibir las llaves de la ciudad de Toluca al “Sacerdote de Judas”, “Judas Priest”, que si bien festejó en todo lo alto con sus adeptos sus 5 décadas de trayectoria, los seguidores del otro metal mas alternativo, sin duda se lo hubieran dado a “Slipknot”.

Finalmente, para la conclusión del festival, el reconocimiento del edil municipal con la entrega de las llaves de la ciudad de Toluca, fue para el estrafalario grupo Kiss, tras su pirotécnica aparición en la que ahora si parece ser su despedida de los escenarios en México, antes ya se había despedido en mayo del 2019, con su aparición en el Domination celebrado en el Autódromo de los hermanos Rodriguez de la ciudad de México.

El grupo, también con 50 años de existencia, vuelve a complacer a su famosa Kiss Army, con una apantallante aparición de fuegos artificiales, plataformas hidráulicas en las que posan los ahora integrantes del grupo y una innovación con el traslado del guitarrista Paul Stanley de pie suspendido de un cable de acero por encima de la cabeza de los extasiados fans; todo como digno colofón de un festival masivo que cierra con saldo blanco, como un preámbulo de que es posible esperar otros eventos de igual o mayor índole para estos lares.   

(Foto: Ezequiel Cortés Velásquez)