Leobardo Hernández

El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que, a finales de 2023, estará funcionando la nueva línea aérea a cargo de la empresa Olmeca-Maya-Mexica, administrada por Sedena. Asimismo, sostuvo que podría comprar el nombre de Mexicana de Aviación y apoyar, con los recursos de dicha transacción, al personal que quedó desamparado después de la quiebra.

“Sí va a haber una línea aérea nueva, que va a ser manejada por la misma empresa que va a manejar el Tren Maya y el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’ y el nuevo aeropuerto de Tulum, pero se va a agregar también el manejo del aeropuerto de Chetumal, Palenque y Campeche. Ya tomamos la decisión”.

En este aspecto, el mandatario agregó que la existencia de una línea aérea de estado podría ayudar a regular los precios por viaje en avión, pues las empresas privadas tienen cuotas excesivas. 

“Con la nueva línea, con el manejo de los aeropuertos ya en un plan integral, seguramente va a haber más viajes, va a bajar el precio del pasaje. Y si se hace falta, si hace falta, vamos a permitir lo que se llama el cabotaje […] o sea, liberar todo lo que tiene que ver con el transporte aéreo”.

A su vez, el jefe el ejecutivo mexicano sostuvo que analiza la compra del nombre de Mexicana de Aviación, aerolínea nacional que operaba desde 1921 y que Vicente Fox Quesada vendió a Grupo Posadas, de Gastón Azcárraga. 

En este aspecto, el tabasqueño aseguró que, de concretarse la transacción, además de recuperar el nombre de la empresa de propiedad estatal, los trabajadores que quedaron desamparados después de la quiebra de la original Mexicana de Aviación podrían ser beneficiados. 

“Se está haciendo el avalúo sobre la marca de Mexicana para presentar a los trabajadores, que ya aceptaron, los trabajadores de Mexicana, tanto los que estaban en activo, siguen en activo, siguen jubilados, aceptaron el que se pueda entregar la marca a cambio de una recompensa que se va a fijar de acuerdo a un avalúo que ya se está realizando para que esos ingresos se distribuyan entre los trabajadores de la antigua Mexicana”.

Fox y la quiebra de Mexicana de Aviación

En 1982 el gobierno mexicano adquirió 54% de las acciones de Mexicana de Aviación, con lo que se convertía en propietario mayoritario de la aerolínea; no obstante, en 2005, el panista Vicente Fox vendió la empresa a Gastón Azcárraga. Tras años de malos manejos, la empresa entró a concurso mercantil el 28 de agosto de 2010 al no contar con la liquidez para continuar operaciones. 

De acuerdo con información de Notimex, después de años de intentos fallidos por capitalizar la aerolínea, el 3 de abril de 2014 la empresa aviadora se declaró finalmente en bancarrota. 

Avionazo contra los empleados

Según datos de la periodista Nancy Gaspar, en 2006 la empresa decidió “bolsear” a los trabajadores con argumento de hacer viable la operación. Dicha medida acotó el sueldo y prestaciones de empleados afiliados a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), quienes firmaron con el consorcio para ajustar sus ingresos y salvar la nave. 

Las estrategias fueron insuficientes para evitar el colapso y, desde 2010, los integrantes de la ASPA y 700 jubilados, que hasta la fecha no han cobrado pensión y no tienen más oportunidades laborales por su edad, se envolvieron en una serie de protestas y en la toma de las instalaciones de la aerolínea en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de las que fueron desalojados el 2 de septiembre pasado.    

(Foto: presidencia)