Lucio Ramírez Medina

Para el experto Manuel Trevilla, no hay duda: si los líderes en la industria de la educación adoptan el metaverso, la experiencia educativa por fin tendrá cambios sustanciales que no se han visto desde la revolución industrial, desarrollando en los alumnos habilidades cognitivas que en la actualidad no son posibles de manera virtual, aunque advierte de ciertos riegos que vale la pena conocer.

En su análisis sobre los fenómenos digitales, alerta sin embargo, que la manipulación masiva para fines políticos, económicos o intento de fraude será cada vez más frecuente y las instituciones deberán estar preparadas con programas de control de crisis y promover iniciativas de prevención y unificando comunicación en cuentas oficiales, pero por ahora, ni las plataformas ni los gobiernos están preparados para protegernos.

Y es que los algoritmos de las redes sociales están diseñados para mantenernos en la plataforma; por ejemplo si el contenido que nos interesa tiene una corriente política o creencia, nos mostrará cada vez más contenidos similares.

El peligro es mayor cuando carecemos de un pensamiento crítico, pues a pesar de que desconfiemos de los contenidos que estemos leyendo y busquemos verificar la información en fuentes confiables, simplemente terminaremos convencidos de que dichos contenidos son verdaderos, puesto que los encontramos en todas las páginas de nuestras redes sociales, y es probable que ya se haya posicionado en lo que la mayoría de la población piensa.

De ahí lo delicado al incorporarse a los sistemas educativos, por lo que la única solución que vislumbra el experto Manuel Trevilla, en enseñar a las nuevas generaciones una cultura de pensamiento científico, que incentive a cuestionar, buscar evidencia y debatir ideas, porque si esto no sucede, cualquier persona con una computadora y un poco de conocimiento técnico podrá crear videos tan reales que engañarán hasta al más capacitado.

Pero mientras se decide si el metaverso entra o no a los programas educativos, la recomendación es que a los hijos se les brinde la experiencia de ser independientes, conocer otras culturas, solucionar problemas fuera de su zona de confort, pero sobre todo, viviendo en otros países desde muy jóvenes y por periodos de tiempo, de ser posible, porque vale la pena cualquier sacrificio que deba hacerse para brindarles estas experiencias en su etapa de formación.

*Licenciado y Maestro en Periodismo               

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