Estefanía Antonio
Transcurría el año 2017 y la familia Mondragón llevaba una vida tranquila en la comunidad mazahua que los vio crecer: San Diego Xochitepec del municipio de Villa Victoria. Felipa de Jesús, de 61 años y quien tuvo 14 hijos, ya se dedicaba el cuidado de sus nietos y a las labores del hogar hasta que la noche del 15 de septiembre de ese año, una banda apodada “Los buckis”, irrumpió en su casa.
“Primero agredieron verbalmente a mi mamá, mis hermanos se dieron cuenta y se hicieron de palabras […] después ya todo parecía haberse calmado, pero ‘los buckis’ empezaron a aventar piedras y una de ellas golpeó en la cabeza de mi mamá”, contó en entrevista para Diario Portal Teresa Mondragón, hija de Felipa de Jesús, y Vidal Mondragón, que actualmente están encarcelados en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 "El Altiplano", conocido popularmente como "Almoloya".
Posteriormente, algunos de los hijos varones de Felipa, quienes, como se dice popularmente, ya llevaban unas copas, salieron a defender a la mamá y se inició una riña, mientras tanto, Teresa y su hermana la llevaron a su cuarto para separarla del conflicto y después la llevaron al hospital.
Del otro lado de la casa se encontraba el papá de Teresa, Vidal Mondragón de la Cruz, de 60 años, quien estaba dormido después de haber ingerido alcohol; sin embargo, debido a la riña, también salió para ver qué ocurría, pero no se involucró.
Tiempo después, cuando Felipa salió del hospital, se enteraron de que un integrante de la banda “los buckis” había sido encontrado muerto. Al respecto, tanto Teresa como Felipa buscaron denunciar la violencia de la que fue victima la familia, pues incluso rompieron las ventanas del cuarto donde estaban dormidas las nietas.
No obstante, las incongruencias en el tratamiento del caso empezaron a surgir cuando Felipa y su esposo Vidal, junto con uno de sus hijos que sí participó en la riña, fueron acusados de homicidio calificado.
En su declaración, Felipa dio los nombres de sus hijos que sí participaron en la riña, pero no fue considerado, ya que además de enfrentarse a un proceso que contó con escasas investigaciones, en ningún momento, tanto a Felipa como a su esposo, se les brindó el derecho de contar con un traductor debido a que hablan muy poco español pues su lengua materna es el mazahua.
“En el proceso hubo muchas inconsistencias, solo hubo un testigo que en sus declaraciones se contradice, además él fue uno de los que estuvo violentando a mi mamá esa noche”, declaró Teresa Mondragón.
Después de las supuestas investigaciones, se declaró culpable de homicidio calificado a Felipa y a Vidal, por tanto, se les condenó a 55 años de prisión. Sin embargo, para el caso solo existió la acusación de un solo testigo, no se realizaron las investigaciones congruentes y ni siquiera se proporcionó la presencia de un traductor durante las audiencias.
Hasta el momento no hay avances en el caso, pero Teresa Mondragón se encuentra en constante búsqueda de justicia para su padre y madre, quienes como ella menciona solo son víctimas de un sistema penitenciario inconsistente.
Actualmente, Teresa forma parte de los integrantes del colectivo Haz Valer mi Libertad y de la Caravana Mexiquense Dignidad, Justicia, Libertad y Vida, la cual busca junto con otras familias, la amnistía para los más de 19 mil 500 reos encarcelados injustamente en el Estado de México.
(Foto: Estefanía Antonio)
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