Senén Viñas Tavira
“… No, no me digas que hacer
Pues, sabes, probablemente lo haga al revés
No soy tan joven, menos tan viejo
Hoy se cuándo debo ceder
Y no es hoy…”
“Las luces de esta ciudad”
Si ya cuando la pasada presentación de Babasónicos, se había notado la creciente predisposición de los asistentes a cantar canciones con largas estrofas que iban más allá de los pequeños coros sonsoneteadores de antaño, la reciente presentación del grupo originario de Matamoros, Tamaulipas, es una etapa mas creciente de lo anterior, ya que sus seguidores que ocuparon la planta baja de la butaquería del Morelos, se desgañitaron en grado extremo a lo largo de las dos horas que duró el recorrido musical por las letras más disímbolas de que se tenga idea.
Teniendo como fondo el logo de su gira, el mismo del cartel que promocionaba su presentación del 17 de diciembre de 2021 en el Pepsi center de la ciudad de México, el puro nombre “División” ( sin el segundo nombre “Minúscula”) sobre la perspectiva de un puente vehicular, similar al de la portada de su álbum debut, “Extrañando casa” (2001), como simbolizando una vuelta su origen musical con un punk rock duro, aunque ahora suavizado un poco por los tintes melódicos de las baladas que se interpretan.
En ese eficiente rock duro, encabezado por Javier Blake, el guitarrista líder de la banda, con el soporte rítmico de los Alejandros, el de apellido Luque en el bajo y su hermano en la batería, y con la preponderancia de las otras dos guitarras, la de Ricardo Pérez y la del reaparecido Efrén Barón (¿Cómo quedo su asunto de las acusaciones de acoso sexual por el movimiento “MeTooMusicosMexicanos” y que llevo a su separación del grupo tras su presentación del “Vive Latino” de marzo de 2019), el prietito en el arroz seria la falla en la consola de sonido que conduce al poco aprecio de los teclados de Rodrigo Monfort, los cuales solo se notan cuando los demás instrumentos intervienen a menor volumen.
Sin embargo, parece que lo observado pasó a segundo términos en el animo de los escuchas, tanto femeninos como masculinos, que no dejaron de cantar piezas que pudieran precisar el concurso de sociólogos, como aquellos que en los ochentas del siglo pasado, definieron a los llamados “estetas del acostón”, y que pudieran relacionarse con piezas como esta:
“…Eres mi lienzo en blanco, y blanco por decir
Pues he escuchado algunas cosas por ahí, de ti
¿Pero quién soy yo? ¡Hey, hey, hey ¡
No seas tan egoísta y préstame tu piel, otra vez
¡Hey, hey, hey! No seas tan pesimista
Y piensa que no hay nada que perder…”
“Prestame tu piel”
(Foto: Ezequiel Cortez )
Categoría: Nacional |
Etiquetas:
No hay etiquetas asociadas a éste artículo. |
Vistas: 105 |