2021-12-12-la-onda-plana-91

La Onda Plana 154

Eric Rosas

Un interlocutor en el Senado

¡María Elena Álvarez-Buylla Roces lo logró!, le ha creado un problema mayúsculo, de proporciones inconmensurables y desenlace impredecible, al gobierno que encabeza el presidente López. Este conflicto, de cuya intensificación alerté repetidamente desde hace varias semanas aquí en “La Onda Plana” (léase, por ejemplo: “A la Robespierre” del 22 de noviembre del corriente, o “Por la libertad de pensamiento” del 6 de diciembre, también de este año), ha alcanzado ahora nuevas proporciones, traspasado las fronteras del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y hecho eco en una fracción cada vez más creciente de la comunidad universitaria de México, tanto la que estudia en nuestro territorio, como los jóvenes mexicanos que se preparan allende nuestras fronteras.

La titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) mostró su falta de capacidad administrativa, habilidad política, extrema ideologización, infinita arrogancia y talante autoritario desde que asumió el encargo. Impuso su voluntad a rajatabla al designar, o remover a la mala, a directores de varios Centros Públicos de Investigación (CPIs), sin escuchar siquiera las preferencias de las comunidades.

Cuando le llegó su turno al CIDE, Álvarez-Buylla pensó que podría seguir el mismo patrón: la imposición de un titular ajeno a la comunidad, pero dispuesto a servirle de verdugo contra aquellas voces disidentes que cada vez son más y le reclaman su nula defensa a la libertad de pensamiento, la estigmatización de la ciencia, la persecución de colegas y, lo peor, el poner en riesgo el futuro para millones de estudiantes dedicados y talentosos que aspiran a superarse para contribuir a crear un mejor México para las generaciones futuras.

Pero la directora del CONACyT tropezó con su propio desconocimiento de la diversa naturaleza de los CPIs. A diferencia de las de otros, como el CIO, el CIMAT, el INAOE o el CICY, la comunidad estudiantil del CIDE está mucho más politizada, es notablemente más solidaria y cuenta con una conciencia social entrenada. Esto le ha permitido darle su justa dimensión a la intentona por capturar los claustros en donde se cultiva el pensamiento libre y plural. Por ello se han levantado para luchar por el respeto al estado de derecho, a las libertades, a la autonomía de la enseñanza en las universidades. Así, los estudiantes del CIDE iniciaron su resistencia desde hace algunas semanas, han acudido a la sede del CONACyT en varias ocasiones, incluida la marcha del pasado 4 de diciembre, en la que contaron con la adhesión de grupos representantes de otras universidades públicas y privadas del país.

Sólo hasta entonces Álvarez-Buylla entabló un diálogo con los manifestantes; sin embargo, pensó que podía engañarlos, burlarse de su inteligencia. La semana pasada faltó más de una vez a su palabra de darle solución real a las peticiones de los estudiantes del CIDE. Los dejó plantados, esperando sentados a la mesa en el CIDE y frente a las puertas cerradas del CONACyT. La respuesta de los jóvenes ha sido contundente: declarar a la funcionaria como indigna de confianza y redirigir sus demandas a otras instancias. Han convocado a una nueva marcha para este 14 de diciembre al Senado de la República, en donde podrían encontrar a un interlocutor que, interesado en alcanzar la candidatura a la presidencia para el 2024, estará también muy interesado en abanderar las causas de todos aquellos grupos que han sido deseñados, alienados y agredidos por el titular del Poder Ejecutivo Federal.

Lo anterior, dicho sin aberraciones.

Facebook: @DrEricRosas
Twitter: @DrEricRosas


Categoría:
Nacional
Etiquetas:

    No hay etiquetas asociadas a éste artículo.

Vistas:
124

Notas Relacionadas