Miguel García Conejo
El sistema bancario de México es claramente desfavorable para la economía de las familias, ya que cobra altas tasas de interés y triplica, en la mayoría de las ocasiones, el nivel de inflación en el país.
De acuerdo con el investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México, Andrés Gutiérrez, actualmente los financiamientos son “caros” y por lo tanto alargan el pago de un producto hasta por cinco años, en perjuicio de la economía del consumidor y su familia.
“Quien tiene la necesidad de adquirir un préstamo bancario tendrá que hacer un esfuerzo grande para cubrir su deuda y los intereses generados”.
Explica que la consecuencia directa de esta dinámica del sistema bancario es que las familias no confíen en las instituciones bancarias y acudan en caso de necesidad o emergencia con prestamistas o cajas de ahorro o préstamo para endeudarse, lo cual también resulta desfavorable, pues con ellos las tasas de interés suelen ser más altas.
En ese contexto, advirtió que una persona que tiene un imprevisto económico puede vivir situaciones sumamente adversas ante la imposibilidad de pagar un crédito o financiamiento.
“Es una problemática distintiva de los países en desarrollo, ya que en las naciones desarrolladas las tasas no son tan altas”, refirió.
Otra de las consecuencias de un sistema bancario ineficiente es que no permite brindar condiciones de crecimiento y financiamiento para las familias lo que solo mantiene los porcentajes en donde el 60 por ciento de la población mexicana vive en condiciones precarias y percibe entre uno y tres salarios mínimos, lo cual a veces no alcanza ni para comer dignamente.
(Foto: web)
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