"Morir es un alivio”: una mexicana escribiendo desde Bristol sobre narcotráfico

Por Claudia Elisa y Gabriela Alejandra López Miranda
Integrantes del Círculo Feminista Alaíde Foppa

Morir es un alivio, es un libro publicado en 2021 por la editorial Planeta, está basado en la investigación que Karina García Reyes realizó para obtener un doctorado en la Universidad de Bristol. El trabajo recupera las historias de vida 12 exnarcotraficantes que lograron escapar del crimen organizado. 

El libro de Karina nos remite al menos a dos temas vinculados con el género. En primer lugar, desafía los estereotipos referentes a que “hay temas para mujeres” o “que investigan las mujeres”; el documento demuestra que una mujer puede moverse holgadamente en temas duros, complejos, como la violencia y el narcotráfico. 

En segundo lugar, García Reyes nos invita a reflexionar respecto a que frente al problema del narcotráfico, nuestra atención ha estado concentrada en la venta ilegal de drogas y se han ignorado problemas gravísimos como la violencia doméstica, la trata de personas y la violencia de género. Una constante en las historias de los hombres entrevistados por Karina, es la violencia intrafamiliar, sobre todo, la ejercida por los padres hacia las madres y niños. 

La investigadora presenta, en un lenguaje muy accesible, una serie de mitos y realidades en torno a la guerra contra las drogas, enfatiza que “hasta ahora nos han presentado a los narcos como los villanos de la película pero, como en toda buena trama, los verdaderos enemigos no son quienes esperamos”. 

El libro expone una breve historia de la guerra contra el narco y explica por qué el problema tiene una raíz política y no de salud pública. Se presenta, además, una reflexión en torno a la arbitrariedad en la determinación de qué drogas son ilegales y se provee evidencia de que los criterios que se usan para colocar a ciertas sustancias del lado de la ilegalidad, no son científicos. 

Uno de los puntos más delicados de la investigación de Karina y del libro, es el referente a la pregunta ¿quién se beneficia de la guerra contra el narcotráfico? La autora  comparte que uno de los entrevistados le informó que “en su organización existía una especie de convenio con una empresa de Estados Unidos para obtener armamento”.En otra entrevista descubrió que “la mayor parte de ganancias de un cártel se invertía en pagar sobornos a ambos lados de la frontera”. 

Según el libro de la investigadora mexicana, la industria del narcotráfico beneficia a élites económicas y políticas, además de que favorece otros negocios del crimen organizado, ya que desvía la atención tanto de los gobiernos, como del público. Esta es una afirmación muy importante, que permite ampliar la perspectiva de un fenómeno que se ha abordado mucho, pero desde una única mirada: los narcotraficantes son el enemigo. 

En contraste con dicha postura y sin justificar, de ninguna forma, el actuar de sus entrevistados, Karina amplía el espectro de visión, a través de las entrevistas muestra a los exnarcotraficantes no sólo como personas, sino como personas expuestas, desde la infancia, a una serie de violencias estructurales que los condicionan para aproximarse al crimen organizado.