Aranxa Solleiro
“Lo más complicado de ser músico en México es que no nos tomen en serio, piensan que como se ve tan fácil hacerlo, el trabajo es equis. Los músicos somos gente que como todos, merecen un buen trato, nos ganamos la vida algunos tocando en calles o en restaurantes o en eventos privados, a veces teniendo una licenciatura y la gente, en algunas ocasiones, sigue creyendo que lo hacemos porque sí, porque es nuestro “hobbie”, por eso creen suficiente pagarnos invitándonos bebidas de alcohol o comida. La verdad, también necesitamos un pago serio, un pago por nuestro trabajo.” Mencionó Víctor Romero, violinista de 33 años que vive en Toluca por el gusto formidable de su pasividad, del ritmo cotidiano y del apoyo que de sus habitantes ha recibido desde que arribó por primera ocasión.
Sin pensar en la fecha del Día de la Independencia mexicana, salió a la calle a tocar “Hermoso cariño”, “Hasta que te conocí” y “Contigo aprendí”, desde las 4 de la tarde hasta las 8 de la noche, reprodujo su lista de más de 300 canciones, con la intención de ganar un poco de dinero y salvar el día.

Víctor, quien es originario de la Ciudad de México, prefirió trasladarse a la comunidad de Santa Cruz Couhtenco, perteneciente al municipio de Zinacantepec, lugar del cual menciona que ha contribuido a la calidad de su trabajo por el tipo de vida en la zona rural, “yo creo que la vida en la ruralidad es mejor, te ayuda a valorar y apreciar otras cosas, es una vida más accesible para algunos y para otros no, para mí lo fue, me ha permitido seguir siendo músico, a la gente le gusta mi música y es un espacio en donde aprecian lo que hago”. Mencionó.
A pesar de ser un día relevante para los citadinos y la comunidad mexicana en general, Víctor, egresado de la Escuela Superior Diocesana de Música Sacra de Toluca, ha padecido la catástrofe y dificultad fraguada por la pandemia, detallando que ha perdido un 80 % de sus ingresos, pues los eventos y reuniones sociales aún son escasos, ante ello, ha preferido salir a las calles a presentar su talento.
“Tengo que confesar que el único lugar de Toluca donde no tocaría es en Los Portales, ahí los policías no nos permiten tocar y nos corren o nos tratan mal para que nos vayamos, desde que me presenté, que fue precisamente en tiempos de pandemia, me corrieron y decidí no volver. También eso creo que es malo, nosotros como músicos no vamos a hacer nada que le haga mal a la gente, al contrario, pero nos tratan como si fuéramos alguien con malas intenciones.” Dijo.

Por lo anterior, ha decidido presentar su música a través de redes sociales como: Facebook y YouTube, las cuales administra con el nombre “Víctor Romero violinista”, siendo para él filtros de promoción y defensa hacía su labor.
“He abierto obras de teatro, he estado en conciertos y en escuelas pero se cerraron o ya no les permiten todavía hacer grandes eventos. Mientras tanto, sigo estudiando y preparándome para hacer lo que me gusta, ya sufrí, ya lloré por lo mal que nos ha ido desde la pandemia, ya no tengo más que seguir.” Aseguró.

Con un público itinerante, tres monedas en el estuche de su violín que toca desde los 23 años de edad y su pasión al reproducir canciones emitidas a través de sus cuerdas, Víctor se pone de pie ante un México independiente pero aún falto de apoyo y aprecio cultural.
(Foto: Aranxa Solleiro)
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