Con ánimo renovado, este lunes miles de niños del sistema de educación básico de la entidad: preescolar, primaria y secundaria, volvieron a las aulas. Las clases presenciales suspendidas por la pandemia de Covid 19 encontraron, luego de más de un año en la oscuridad, una luz para recuperar el modelo de enseñanza aprendizaje en el aula que se vivía hasta antes de la emergencia sanitaria.    

Miguel García Conejo

Como marca la tradición, la jornada para madres, padres, maestros y alumnos comenzó antes del retumbar de la chicharra. Muchos de los hogares tuvieron un largo y complicado fin de semana retomando la tradición de la compra de útiles escolares de último minuto y porque no su forrado y detallado, una práctica que por las clases a distancia se había visto suspendida. 

Antes de las siete de la mañana los hogares reactivaron los despertadores, el trajín en la cocina para elaborar  almuerzos y desayunos, la salida presurosa de cada hogar para poder llegar puntual al acceso en cada plantel, pero sobretodo las prisas no ser el último en ingresar al plantel o, peor aún, quedarse fuera porque las puertas se cierran a las ocho.     

Previo al arranque de la actividad cada plantel y su comunidad al interior: alumnos, maestros y padres de familia determinaron cual sería el mejor modelo con el que podrían avanzar en recuperar la normalidad; es decir, no se impuso en ninguno de los casos el regreso a las aulas.  

Con ello, este paso se pudo dar a partir de las circunstancias de cada grupo pero fundamentalmente del escenario de las escuelas. 

“En el grupo de mi pequeña lo hablamos vía watsapp, en el grupo que teníamos con las clases a distancia determinamos volver en horarios y con grupos reducidos por días para ir avanzando en el reforzamiento de los contenidos vistos en el año, ahorita de inicio, y pues ir viendo cómo se comporta la pandemia”, indicó la señora Refugio González, madre de familia. 

Al cuestionarla si tiene miedo de que su pequeña se infecte, reconoce que si, sin embargo puntualiza que el contagio puede darse en cualquier parte y en todo momento por lo que la enseñanza, dice, es que no se puede vivir con miedo. 

“Sí tengo miedo, pero ha sido mucho tiempo de vivir con miedo, ya no podemos vivir así  que enseñanza le voy a dejar que los problemas se les huye se les esconde uno, no lo creo hay que darle la cara como lo hemos hecho con precaución cuidándonos pero no podemos vivir encerrados en casa eso no es vida” expresa.       

Tras año y medio de suspensión de clases a consecuencia del covid-19, este lunes más de 3.2 millones de estudiantes de educación preescolar, primaria y secundaria retomaron sus clases, bajo un sistema híbrido. 

La semana pasada, estudiantes de educación media superior iniciaron con su respectivo ciclo escolar, con lo que en conjunto con los alumnos que comienzan este lunes, suman más de 4.5 millones de alumnos quienes han retomado la actividad con clases presenciales y a distancia.  

(Foto: Miguel García Cordero)