Eric Rosas
Un Consejo de verdad
Mucho sorprendió la reciente burla, como la consideró la inmensa mayoría de los investigadores miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que la actual titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) fraguó al allanarle al fiscal general de la República su ingreso al SNI y, además, otorgarle el máximo nivel, el III. Más incomprensible resultó tal decisión cuando se supo de los innumerables plagios que se le han atribuido y que, ni aún con estos, su obra académica ha alcanzado el nivel mínimo de calidad que se exige en el SNI.
Pero si ponemos lo anterior en perspectiva, sobre todo luego de la decisión dada a conocer por la Suprema Corte de Justicia (SCJ) la semana pasada, respecto de la negación de los recursos para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A. C. (FCCyT) por parte de la directora general del CONACyT, entonces las piezas comienzan a embonar y a develar el porqué de esta solícita actitud. Conviene recordar que el FCCyT era un cuerpo consultivo formado principalmente por personas morales, que ofrecía sus servicios al CONACyT, pero al inicio de esta administración se le desconoció y acusó de malversar fondos en el pasado reciente.
Lo interesante ahora, tras la decisión de la SCJ es que el fallo a favor de la postura del CONACyT se da plagada de múltiples irregularidades en el proceso de modificación del Estatuto jurídico de esta dependencia, en el que, a posteriori, se realizaron cambios para integrar al foro a su estructura interna y con ello prescindir de la asociación civil. Por supuesto que el hecho de que la SCJ haya fallado en tales condiciones sienta un muy mal precedente, pero lo que sigue podría ser todavía peor, ya que se presume que la embestida de la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces en contra de algunos de los miembros del FCCyT va a tornarse más virulenta ahora que parece contar con la amistad del fiscal general de la República, a quien ya hemos visto actuar casos como el la Universidad de las Américas de Puebla.
Por otra parte, bajo las actuales circunstancias que se viven en el CONACyT con la autoritaria personalidad de quien lo dirige, la ausencia de un cuerpo colegiado externo e independiente, que pudiera coadyuvar en el diseño e implementación de la política de ciencia y tecnología de México, dejará la toma de las decisiones en una sola persona que, como ya lo hemos constatado, está empeñada en hacer que sus acciones embonen a la perfección con el discurso del primer mandatario, y en agradarle hasta en lo que no le solicita.
Y es que nuevamente parece que la descomposición que la Dra. Álvarez-Buylla está causándole al CONACyT terminará sólo hasta que éste se encuentre totalmente en cenizas. A menos que la Legislatura entrante se tome este asunto en serio y comience a restaurarlo desde el mismo marco legal. Dado todo lo que ha pasado en estos casi tres años, deberá ser claro para todos que dejar el futuro de una nación en manos de un solo individuo no es la mejor decisión, sobre todo porque se corre el enorme riesgo de que esa persona esté profundamente ideologizada y resentida con su comunidad, y encuentre en cualquier situación la oportunidad para tomar revancha. Quizá sea entonces el momento para que los nuevos diputados consideren convertir al CONACyT en un verdadero Consejo para el Poder Ejecutivo Federal en materia de ciencia y tecnología, y cree nuevas instituciones para atender los varios temas que ahora pretende controlar la directora general del CONACyT.
Facebook: @DrEricRosas
Twitter: @DrEricRosas
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
(Foto: Especial)
Categoría: Nacional |
Etiquetas:
No hay etiquetas asociadas a éste artículo. |
Vistas: 54 |