Miguel García Conejo 

La disponibilidad de agua, tanto en centros urbanos como rurales en México, se ha disminuido en los últimas 50 años. Datos de la Comisión Nacional del Agua advierten que el crecimiento acelerado de la población redujo en un 80 por ciento el recurso por metro cúbico de habitante para pasar de 17 metros a sólo tres en la actualidad, balance que seguirá en detrimento.  

Al respecto, la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) desarrolla en la escuela Primaria Adolfo López Mateos, en la comunidad de Huizizilapan del municipio de Lerma, el proyecto piloto  de la “Casita del Agua”, el primero de su tipo a nivel estatal en el que de manera coordinada con la CONAGUA han desarrollado un sistema de captación de agua de lluvia, no solo para los servicios sanitarios, hoy también, mediante la purificación del líquido, para el consumo de los niños.  

Blanca Estela Ortinez Ramírez, madre de dos pequeños en este plantel educativo, recuerda lo complicado que fue de forma histórica no contar con el vital líquido, no sólo para los servicios sanitarios, Sino para las tareas de la cocina de la cooperativa escolar.  

Recuerda que no tener la posibilidad de subir el agua directivos de la escuela y Padres se organizaban para la compra de pipas periódicas que servían para que los pequeños tuvieran el servicio lo que además de costoso era incómodo pues siempre había vacíos en los que los niños no tenían el agua.  

El reclamo diario de que no tenían cómo lavarse las manos, acudir con tranquilidad al sanitario o sentirse cómodos después de hacer ejercicio, dice, era el señalamiento de todos los días.  

Con ello reconoce eran frecuente las infecciones estomacales por un deficiente lavado de manos, pues las llaves de todos los baños eran sólo decorativas. Recuerda una de las imágenes más duras en las que los padres acudían al plantel y llevaban garrafones de agua para que los niños tuvieran el recurso, además de que los pequeños también llevaban un recipiente con el agua que necesitaban en su día.  

Ante la carencia que experimentaban uno de los operadores de la Caem informó a los padres y directivos en torno a este programa emergente que beneficiaría a un plantel con este sistema de captación de agua de lluvia, sólo tenían que inscribirse y presentar su caso acorde a los requerimientos que se necesitaba para concretar este tipo de infraestructura.  

Por fortuna la escuela resultó selecta con la infraestructura; al respecto Raquel Rojas Bravo, profesora de esta institución, Recuerda que cuando fueron seleccionados surgió en toda la comunidad un ánimo de esperanza por dejar de padecer esta carencia.  

Aprovechando la techumbre del escuela se instalaron canaletas qué envían el agua de lluvia hacia contenedores que no sólo filtran de inicio ese recurso sino que la almacenan para que pueda ser utilizada hacia los servicios sanitarios.  

Después el agua es dividida para hacer de inicio colorada y después enviada a una pequeña planta purificadora de agua que ya sirve para darle la calidad al agua para ser consumida por la comunidad de los niños.  

Y el abastecimiento del agua de lluvia ayuda a almacenar el recurso y tenerla al menos durante el 70 por ciento del ciclo escolar Por lo que las afectaciones ahora son mínimas. 

En la comunidad escolar llama a que este tipo de estrategias se reproduzcan en más espacios no sólo en una comunidad como ésta en la que las lluvias son constantes sino en toda la geografía para que este recurso no se desperdicie de igual forma piden a todas las familias a que se haga un uso eficiente del agua recuerdan que sólo aquellos que han padecido no tenerla La valoran como lo que es un recurso preciosísimo que se está terminando. 

(Foto: Especial)