Ramón Cuevas Martínez
Legisladoras, pero, sobre todo, legislación con perspectiva de género
“La causa de la mujer es la del hombre: los dos se levantan o sucumben juntos”
Alfred Tennyson, poeta ingles
Los propósitos: El 18 de octubre de 2018, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó que en la plataforma de comunicación, así como en la documentación y papelería oficial, se usara la leyenda conmemorativa: “LXIV Legislatura de la paridad de género”, para celebrar que luego de décadas de demandar un papel más activo de las mujeres en la toma de decisiones, por fin ocuparían el 48.2% de los escaños parlamentarios.
Los hechos: Infortunadamente la paridad de género en el congreso federal no alcanzó para lograr abatir viejas brechas de género, incluso se debe decir que la actual legislatura significó un retroceso para las mujeres mexicanas más pobres, que perdieron recursos del seguro popular destinados a la atención del cáncer de mama -el más agresivo de todos los que atacan a las mujeres- y para las mujeres trabajadoras también, porque perdieron las estancias infantiles que aseguraban una prestación social para sobrellevar otro problema de desigualdad social relativo a que las mujeres ganan en promedio entre un 20 y un 30% menos que los hombres por el mismo trabajo. Como podrán ver, en este párrafo traté de hablar de dos problemas provocados por la pasada legislatura y tuve que hablar de tres. ¡Vaya que es una complicación ser mujer en México!
Las estancias infantiles reflejaban ser una herramienta útil para mujeres, hombres y familias, ya que datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en su informe de monitoreo 2017-2018, mencionaban que 93.9% de las personas beneficiadas consideraron que el programa “contribuyó a mejorar su calidad de vida y la de sus hijos, además de que brindó la posibilidad de contar con empleo, salud mental, salud física e ingresos monetarios”.
Las nuevas expectativas: La perspectiva de género es definida por Inmujeres como la herramienta para identificar las diferencias existentes entre hombres y mujeres, a fin de proponer inmediatamente nuevos modelos de socialización que permitan mayor igualdad de las mujeres, superando los estereotipos que venimos cargando, relativos a que existen territorios vedados para ellas en nuestra sociedad, también llamados “techos de cristal”.
Hasta ahora la perspectiva de género se ha usado para mejorar la condición de la mujer en la salud, la educación y el trabajo, sin embargo, debemos empezar a diversificar su uso en otros campos de acción como la legislación, pues permitiría no solo recuperar las estancias infantiles y los recursos del seguro popular; bien podríamos hacer posible también que las leyes que impulsen los hombres y mujeres de la nueva legislatura:
- Establezcan una valoración más justa de los trabajos que hacen mujeres y hombres.
- Se materialicen en un sistema nacional de cuidados.
- Modifiquen aquellas normas y estructuras que provocan desigualdad, empezando con la Ley del Seguro Social.
- Sean capaces de armonizar las leyes laborales con la necesidad de fomentar corresponsabilidad con la vida familiar y personal.
Aspiramos a tener legisladoras y legisladores que comprendan perfectamente las causas de la discriminación hacia las mujeres y las combatan mediante leyes específicas todos los días de su gestión.
*Consultor en Gobernova
@CuevasRamon contacto@gobernova.com.mx @gobernova www.gobernova.com.mx
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