Miguel García Conejo 

Este miércoles, el Aeropuerto Internacional De Toluca volvió a la vida. El color perdido por años de abandono se recuperó por personal de servicios aéreos de rescate que, pese al tiempo de vacas flacas, se reportan listos para atender cualquier contingencia.   

Iván Giovanni Reyes Osorio es bombero. Desde hace 15 años se dedica a estar atento a las corrientes de aire, a cuidar cada despegue y aterrizaje porque como dicen los que saben el 70 por ciento de los accidentes ocurren al aterrizar, y para ellos ese momento es el de mayor alerta.  

A las 12:00  sonó la alarma. Los bomberos aeronáuticos del Aeropuerto Internacional de Toluca, atendieron entonces el despiste de un avión, ejercicio de práctica que los llevó a recordar que siempre deben estar atentos ante cualquier error que los terminé poniendo a prueba.  

Simulacro de capacitación que se aplica todos los miércoles en la terminal aérea, con la que se preparan para enfrentar emergencias reales.   

“La verdad es una experiencia muy bonita, aprende uno bastante porque es un oficio muy noble y proporciona mucha ayuda sin discriminar a gente, sin ver razas, sin ver color, sin ver religión, entonces, como personas nos forma bastante muy bien”.  

Indica que no solo es aprender maniobras de rescate, es necesario conocer lo básico de aeronáutica, conocer los aviones, sus partes, conocer los puntos de rescates, puertas de emergencia, partes críticas, almacenamiento de combustible que puede estallar, entre otras áreas.  

“Hay que saber manejar lo que es como tal un aeródromo y lo que es un helipuerto y sobre todo, por que el tipo de agentes que manejamos son diferentes a lo que manejan allá afuera”.  

Estos simulacros se realizan para estar atentos ante todas las maniobras que pueden representar accidentes reales.  

(Foto: Especial)