¿Qué le espera al turismo ante una pandemia intermitente?
En el caso del Estado de México, depende desde dónde se mire, así se dará una concepción y perspectiva.
En la actual ciudad de catástrofes penadas por ajenos a su unicidad, los otomíanos, mazahuas y matlazincas, fundaron con alevosía el territorio de Tolotzin, conocido en un 2021 como Lerma de Villada.
El último registro de llegadas de turistas internacionales a la entidad mexiquense en Datatur en el año 2019, indican tres millones 127 mil 227. No obstante, no se cuenta con un registro específico del número de visitantes por cada municipio, lo que evita el conocimiento detallado de estadísticas que puedan generar beneficio a los Planes de Desarrollo Municipales, para incentivar el desarrollo de estrategias sólidas enfocadas a la actividad turística.
La ciudad de Lerma, es considera un Pueblo con Encanto, nombre que reciben los municipios pertenecientes al programa gubernamental con el fin de destacar los recursos culturales, históricos, sociales y naturales de los sitios, que, por sus características de porcentaje poblacional, no pueden ser incluidos al Programa de Pueblos Mágicos.
Sin embargo, sus espacios la colocan sin duda, como una ideal para la producción de actividades culturales, propicia a ser considerado un destino turístico.
De acuerdo a lo relatado por residentes y personas que confluyen en el sitio por motivos laborales y escolares. Lerma de Villada está lejos de ser considerado como turístico.
Carolina Solis de 17 años, estudiante de bachillerato y perteneciente al municipio de Xonacatlán, comenta que para ella, la ciudad matlazinca es solamente de uso comercial y bajo su punto de vista, es un sitio que solamente le proporciona educación.
"Considero que puede llegar a ser turístico pero la verdad la gente de aquí la siento muy cerrada para que crean que puede serlo. A veces los siento muy fríos, no me imagino a una persona extranjera llegando aquí para hacer un tour. Además solo lo veo como comercial o empresarial, porque hay muchas fábricas. Eso le quita lo atractivo y lo hace un poco inseguro también." Dijo.
De acuerdo al Periódico Oficial de Gobierno Municipal de Lerma, publicado por la Gaceta Municipal en enero de 2020, se registraron en 2018, dos mil 149 delitos, de los cuales los incidentes de robo acumularon 857, yendo a la alza en comparación con cifras de 2015, cuya cantidad es de 649, de acuerdo a las Estadísticas Municipales en 2019.
Aunado a lo anterior, Federico Vázquez de 65 años, residente del municipio, argumenta que para él ya no persiste una tranquilidad en el destino, en tanto que en la actualidad el miedo entre los citadinos es mayor.
"He vivido aquí toda mi vida, imagínese. Estar en Lerma a la hora que fuera era seguro, yo podía caminar sin problemas en la madrugada, ahora ya ni en el día uno se siente tranquilo. Dudo mucho que eso le ayude a un sitio turístico." Comentó.
Los trabajadores de empresas de alimentos y bebidas, siendo de gran aporte al sector, enfatizaron que recientemente se han suscitado actos delictivos en restaurantes, por lo tanto su confianza de brindar servicio a foráneos disminuye.
"Empezamos con entusiasmo y ganas de salir adelante con nuestros negocios, por supuesto que nos gustaría que fuera un lugar para el turismo, yo creo que tiene mucho que ofrecer, pero la verdad las cosas van de mal en peor y ya no se tiene la misma confianza." Argumentó.
La Casa de Cultura, el Museo del Valle de la Luna, el Foro Cultural y Espacio Thaay, la Parroquia de San Miguel Arcángel, Santa Catarina, la Laguna de Salazar, el kiosko de la Plaza Central y la Parroquia de Santa Clara de Asís circundan la providencia de un destino turístico empolvado. ¿Se seguirá a la espera de un impulso impuesto por una pandemia?
(Foto: Aranxa Solleiro)
Categoría: Nacional |
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