Por Claudia Elisa y Gabriela Alejandra López Miranda
Integrantes del Círculo Feminista Alaíde Foppa
El fin de semana pasado salimos juntas a hacer unos pagos, estacionamos el auto cerca de la catedral de Toluca, ciudad en la que vivimos, resolvimos rápidamente nuestros pendientes y cuando volvíamos al estacionamiento nos percatamos de una situación extraña: una chica de aproximadamente 15 años estaba siendo ‘abrazada’, con mucha fuerza, por un joven de la misma edad o quizás un par de años más grande, que lloraba desconsoladamente, junto a ellos estaba una pequeña niña.
Pasamos muy rápidamente al lado de los tres, cuando habíamos caminado unos cuatro metros sentimos que algo no andaba bien, así que regresamos a preguntar a la joven “¿te está molestando?”, él inmediatamente contestó: “todo está bien, muchas gracias” y enfatizamos que la pregunta no era para él, “¿te está molestando?” preguntamos una vez más a la joven y la pequeña niña que los acompañaba dijo “no estamos bien, la está molestando”.
El afligido hombre impedía con toda su fuerza que la joven y la pequeña niña se fueran, frente a la presión para que se alejara de ellas y dejara de molestarlas, él gritó que no nos confundiéramos, porque no era como los otros hombres, él no era “de esos que golpean mujeres”, insistía en que amaba a la joven y que no estaba haciendo nada malo. Cuando finalmente las chicas se fueron, él no sólo siguió llorando, sino que rogaba que le creyéramos: “era un buen hombre y sólo estaba enamorado”.
En situaciones como esta se mezclan muchas emociones: rabia, impotencia, desconcierto, pero más allá del enojo o la frustración, se abre una serie de preguntas en torno a cómo comunicar que la violencia por razones de género es mucho, muchísimo más que los golpes. Con frecuencia damos por hecho que hoy existe una clara consciencia de esto último, pero resulta que en los espacios más cotidianos confirmamos que no es así, que existe un larguísimo camino por recorrer en términos de reconocimiento y visibilización de la violencia de género. Por ello, no, no nos vamos a cansar de señalarla, de reprobarla, ni de luchar contra ella.
Categoría: Nacional |
Etiquetas:
No hay etiquetas asociadas a éste artículo. |
Vistas: 100 |